lunes, 20 de septiembre de 2021

Reseña: Otra vuelta de tuerca Henry James

 Ficha técnica

Título    

Otra vuelta de tuerca 

Autor

Henry James

Editorial

Norma 

Primera edición

1999

Impresión

Colombia

ISBN 

9580471452 


La literatura de terror siempre me ha parecido de los géneros más complejos, ya que a la vez es sobreestimado como subestimado. Esto podrá sonar hasta cierto punto contradictorio, pero me gustaría que tú, querido lector, me dedicaras unos minutos para explicar mi perspectiva.

Cuando hablamos de literatura de este género, normalmente brillan los mismos autores de toda la vida; pasando por el más fácilmente reconocible Stephen King, pasando por una, a veces no reconocida, Shirley Jackson, como por un creciente Lovecraft, o un clásico ya como Edgar Allan Poe. De ahí se desprende que hay lectores que los colocan en tronos tan elevados que parecen no solo intocables, sino incomparables y alejados de toda de la crítica. Como protegidos por muros infranqueables a toda duda. Esto no sorprenderá a nadie, pues la mayoría de escritores famosos tienen su grupo de fans (de cualquier edad), que parecen idealizarlos más allá de lo humano; o al menos así sus escritos.

Por otro lado, tenemos esos mismos lectores que, al ser tan fans, cumplen la función de subestimarlos al sobreestimarlos. ¿Cómo? Pues pueden no entender el mensaje que realmente deseaba transmitir ese autor, y que todo ese gusto no vas más allá de una superficialidad, que, termina por echar por la borda otros contenidos más interesantes. ¿Cuáles? El estilo de escritura, la estructura del texto, el balance entre capítulos (de existir), el por qué eligen ciertos escenarios, el desarrollo de personajes, y las ideas y temáticas que se desprenden de la misma historia. ¿Demasiado? En cierta manera parece el trabajo de un especialista, no hay que negarlo, pero soy partidario de que la dedicación y la paciencia, hace que cualquier lector, y más lo empedernidos, logren algún tipo de profundidad. Ahora, ¿por qué este preámbulo? Pues, porque otra vuelta de tuerca, dio mucho de qué hablar en la lectura conjunta en la que participé.

Ahora, como contempla su reputación, Otra vuelta de tuerca (a veces traducida como Otro giro de vuelta), es una obra de literatura de terror. Una característica que, como toda obra encasillada en un género, te condiciona de cierta manera respecto a lo que puedes esperar.

La historia nos traslada, en lo que podríamos llamar el capítulo 0, a la Inglaterra de la época victoriana, en donde encontramos un grupo de jóvenes burgueses, gustan de una reunión amistosa, y deciden hablar de historias de terror. En eso, uno de los participantes alude a tener una muy buena historia, en donde la horrible experiencia por contar no incluye un niño, como una vuelta de tuerca del argumento, sino una vuelta más, donde se incluyen dos pequeños. A esto se suma el echo de que asegura que lo que relatará es verdad, ya que cuenta con la evidencia escrita de la persona que pasó por tal horrible experiencia. Ella ya no esta viva, pero el relato de lo que le sucedió.

Así comienza la historia de nuestra protagonista, de la cual nunca sabremos su nombre. Lo máximo que tendremos en nuestra mano es el hecho de saber que ella es la nueva institutriz, que es muy joven y que necesitaba el trabajo con urgencia. Así, como nueva institutriz, se traslada a la casa de Bly. Una mansión de una zona rural, donde tendrá por trabajo el cuidado y la educación de los sobrinos de su contratante: Miles, el mayor, y Flora, la menor. Estos pequeños carecen de padres y su cuidado recae en su tío. Junto a ella estará la señora Grose, la ama de llaves, y otros trabajadores los cuales no tienen rostro y no son realmente relevantes.

Cuando la nueva institutriz llega a su nuevo lugar de trabajo, descubre que el pequeño Miles aún no se encuentra en el lugar, pero llegará en unas cuantas semanas. Además, la pequeña Flora, es una niña particularmente encantadora; tanto física como en personalidad, pues es descrita casi como un ángel. Atenta, reservada y a la vez inteligente y diligente, flora es no solamente el perfecto preámbulo de su nueva vida en aquel lugar, sino uno muy prometedor respecto a su hermano.

Sin embargo, y a la espera del pequeño Miles, nuestra institutriz recibirá una carta por parte del colegio donde estudia Miles, la cual no trae muy buenas noticias, pues el pequeño no solo parece tener un comportamiento reprobable, sino que ha sido expulsado por ser alguien “malo”. Con esta noticia, más el compromiso con su contratador de que no importa cual problema se le presentará, nunca debía molestarlo por ningún motivo, pues ella debería resolver cualquier problema como pudiera, comenzará a indagar si lo que hay escrito en aquella carta, junto a los aparentes secretos que parece esconder la ama de llaves, entender realmente a qué lugar ha llegado y bajo qué circunstancias.



Ahora bien, la novela en sí misma no es buena pero tampoco mala (hoy ando super dual). Y es que el problema es su renombre que arrastra y despierta ciertas expectativas que pueden llevar a juzgar el texto de manera más que solo parcializada. Esta obra, en estricta forma, es de fantasmas, además de que ya ha cumplido más de 110 años. Estos dos elementos deberían, al menos al lector asiduo, motivarlo a no tomarla a la ligera; tanto por esperar una historia que te ponga los pelos de punta, donde las escenas de violencia o gore podrían reinar, como por el hecho de que juzgar un texto desde perjuicios contemporáneos es algo injusto.

Cuando leí la obra, realmente me causó una gran intriga, como por la forma en que la institutriz indagaba y razonaba todo aquello que le causaba verdadera duda como perplejidad, como el hecho de que la construcción del texto, que desde el capitulo uno es en primera persona, te lleva a tratar de pensar qué es aquello que se oculta en cada nuevo suceso y descubrimiento. Tal vez este sea el punto fuerte y débil de la obra, pues se juega con la imaginación del lector, a tal punto de plantear diferentes escenarios de desenlace, que tal vez no sean los esperados.

Personalmente lo recomiendo a un público joven, y no me refiero a la edad específicamente. Mejor, a aquellos que apenas están explorando el mundo literario, y que no tienen tantos contenidos de este tipo en su cabeza. ¿Por qué? Pues este texto de Henry James, es de los precursores de estos seres en cuanto a literatura inglesa. ¿Qué tiene esto de particular? Pues cuando alguien es precursor a nivel literario, es porque ese estilo de escritura, historia o personajes (entre otros), es tan innovador que atrae. Pero eso no lo hace necesariamente bueno.

Por eso, si se apela a redes sociales como Goodreads, las calificaciones y reseñas son increíblemente altas, cuando para mí, es un ¡ne! Un “ne” que afirma que si bien el personaje que narra todo tiene un desenvolvimiento atractivo, pues parece que va en camino seguro a la locura, al igual que existen una ambientación exquisita de la zona rural de Inglaterra, donde esta casa inspira un sentimiento de soledad y amenaza, genera más expectativa de la que realmente puede sostener. Es decir, no alcanza a satisfacer las respuestas que genera a los misterios que plantea. Lo cual hace que se sienta como una atractiva bomba que se infla y se infla, y nosotros esperamos morbosamente una fuerte explosión, para terminar, simplemente, desinflándose rápida y de forma triste.

No dudo, que será toda una experiencia al neófito, pero esa misma persona podría, con ya algo de experiencia, apreciar más la obra, ocupando imaginativamente el mensaje de miedo que contiene, por las condiciones históricas de su escritura, más no porque sea un texto que en este mundo contemporáneo, nos lleva al límite.

Por último, dejo el link a audiolibro en mi canal, en caso de que te interese escucharlo.

Con suma atención, RE1K3



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