lunes, 13 de septiembre de 2021

Reseña: Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones de Charles Bukowski

 Ficha técnica           

 Titulo    

 Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones

 Autor

 Charles Bukowski

 Editorial

 Anagrama

 Primera edición

 2006

 Impresión

 España

 ISBN

 9788433914552    

Cuando hablamos de escritores famosos, muchas veces tendemos a escuchar esos nombres o apellidos populares que tienden a ser centrales en un plan lector del la educación básica y secundaria, como de planes universitarios. Podemos hablar de un siempre Cortázar, García Márquez, Vargas Llosa, Joice, Borges, Bolaño, Rulfo, Mistral… Y aunque el presente escritor es bastante conocido al final de su vida, por representar aquello que puede clasificarse como contracultural, seguramente Bukowski no es un representante recurrente del programa de enseñanza de una profesora de bachillerato o secundaria. Poco menos una recomendación para iniciarse en la literatura norteamericana. Pero eso sí, que no quede duda, que un aura de culto hacia Bukowski no es solo existente, sino que parece crece en adeptos y detractores conforme avanza el tiempo.

Y es que ese misticismo que lo rodea, fue lo que me llevó a adquirir tres de sus libros, que por cierto que he leído solo uno (mea culpa), los cuales quedaron guardados para un “próximamente”. Cosa por demás común en los lectores recurrentes. Pues bien, al momento de querer leer el libro Se busca una mujer y no encontrarlo, no pude contener la tentación de abordar Erecciones, eyaculaciones y exhibiciones. Título de por más sugestivo, que al igual que su famoso La máquina de follar, ya es un enganché por tales palabras que, al día de hoy, pueden sonar más que solo rebeldes.

Ahora bien, ¿qué nos podemos encontrar en Erecciones, eyaculaciones y exhibiciones?

Antes que nada, es un libro de cuentos. Esto hace que de entrada se entienda que, como toda compilación de un autor, hay varias posibilidades respecto al total de su contenido. Primero, que todo lo allí escrito varía, y no me refiero únicamente a la extensión. No. Cuando te acercas a un libro de cuentos, lo común es que unos sean buenos y otros regulares o simplemente malos. Segundo, que la escritura varíe de uno a otro en diferentes sentidos. Esto, porque a diferencia de una novela, no es común una coexistencia de escritura continua. Tercero, normalmente no exista un hilo conductor a nivel de historia entre todos, como sí pasa en la novela, y cuarto, que exista un tema transversal. Esto considerado por el autor, compilador o editor. Y respecto a esto último, ¡wow! Sí que lo hay.

El texto está compuesto por un total de diecinueve cuentos, los cuales tienen como centro Estados Unidos. Comienza con una especie de historia de amor llamada La chica más guapa de la ciudad, y cierra con ¡VIOLACIÓN! ¡VIOLACIÓN!

Como es obvio, no voy a hablar acá de cada uno de los cuentos, pues al final la reseña es invitarte a ti, querido lector, que te aventures a la obra si te gusta lo que aquí te comparto, o al menos escucharla (el audiolibro está completo en mi canal de Youtube, del cual dejaré el primer cuento al final de esta reseña), así que hablaré de mi experiencia con un par de las historias que allí se plasman y que de alguna u otra manera más me llamaron la atención.

El primero, La chica más guapa de la ciudad nos describirá a Cass. Una mujer que siempre atrae las miradas y despiertan los deseos sexuales de, al parecer, cualquier hombre. Aun así, el espacio donde la conoce nuestro protagonista es poco ideal (¿?), ya que es un bar como cualquier otro, y su conexión con Cass se basa en el alcohol y el sexo. Ahora bien, Cass no es una mujer como cualquier otra, y no solo por su indudable belleza que sobrepasa incluso las heridas más profundas (deben leer el cuento para entenderlo) su carne o su espíritu, sino que… digamos… no está bien del todo bien en más de un sentido. Con un desenlace deducible pero no esperable, será el cuento que marque los pasos de los siguientes.

Y si bien la historia de Cass es un muy buen inicio, los aciertos a lo largo de  la obra son bastantes. Así, por ejemplo, en El asesinato de Ramón Vázques, pasa de ser una escena sexual con tintes de homosexualidad reprimida, a causa de un crimen que no deja de ser particularmente perturbador, por cuanto los asesinos (perdón por el mini spoiler) no se contentan con un simple asesinato, sino que, de hecho, terminan por llevar a Ramón a toda una pesadilla que toca al lector. Violencia desmedida y casi absurda, que no te deja indiferente, así sea por el tono de morbo.

El tercer cuento que traeré a colación es el de cierre: ¡VIOLACIÓN! ¡VIOLACIÓN! Un relato de poca extensión el cual tiene como centro temático su título: la violación. Con toques de las fantasías más sórdidas y bajas, que normalmente se atribuyen a los hombres. Este cuento puede pasar por ser totalmente reprochable (como muchos otros), ya parece que estamos leyendo un crimen en toda forma, pero que pasará a transformarse en un relato de caprichos perversos que rayan en el machismo más condenable y hasta nauseabundo, terminando por ser un cuento que, si bien no tiene un cierre perfecto y no te lleva a una profunda reflexión, sí te hace pensar.

Ahora, como siempre pasa, y ya lo había mencionado anteriormente, no todos los cuentos son interesantes o, al menos, brillantes. Pero acá me encuentro en una disyuntiva difícil de solucionar. Por ejemplo, Vida en un prostíbulo de Tejas o Doce monos voladores que no querían fornicar adecuadamente, incluso En la cárcel con el enemigo público número uno, parecen historias repetitivas, en cuanto a ciertas temáticas, como en un objetivo poco claro. Pero aquí viene mi pregunta, ¿debe tener un objetivo claro? ¿Acaso la escritura, al menos en principio, no es simplemente contar algo? Es por esto que me es difícil dar una valoración con tales convicciones como lo hago normalmente, porque tiene un estilo tan claro, sencillo, directo y directo, que cuestionar ciertos cuentos sería caer en una opinión poco objetiva, como arriesgada.

Por eso mi conclusión es más que dubitativa respecto a la recomendación o no recomendación de este libro de Bukowski. Lo cual es bueno. ¿Por qué?

No soy partidario de idolatrar escritores o pensadores. Esa forma de verlos como seres sobrehumanos porque son muy buenos, o excepcionales dependiendo del caso, me parece más una actitud de excesivo fanatismo, que un ejercicio sano de acercamiento a la realidad. Al mismo tiempo, condenar del todo un autor me parece extraño, pues por alguna razón gustan sus textos, o al menos seducen después de campañas de publicidad. En el caso de Bukowski, la particularidad de su escritura soberbia, en otros casos realista, y en la mayoría descarada y descarnada, hace que atraiga un público que necesita alejarse de la luz artificial que a veces tienen los escritores tradicionales, al tiempo que el lenguaje adornado hasta lo insoportable.

Bukowski es un buen respiro. Uno cargado de tres temas centrales (al menos en esta obra): sexo, alcohol y decepción. El primero y el segundo son los más sencillos de entender; el tercero se vuelve complejo cuando después de tragarte el libro, intentas saborear cada cuento los más a fondo posible, y creo que se llega a un punto claro: la decepción de la vida misma. Decepción por tener el amor perdido, por el fracaso en nuestros objetivos, por gozar de una variedad desbordante de trabajos horrible, por querer ser felices dentro de márgenes en los cuales no cabemos, por la búsqueda de personas sinceras que terminan siendo una traición total, y, al contrario, por ser sinceros en nuestras intenciones, así sean vulgares, en una sociedad que ama la hipocresía. En otras palabras, la decepción por una vida o sociedad de mierda.

Y allí es donde se complejiza su lectura y por ende mi recomendación. Pues una persona puede ver en estos cuentos lo que le convenga. Porque mientras unos verán una literatura erótica atravesada por problemas comunes de la persona de a pie, otros apreciarán una veneración a los placeres y vicios del hombre, y donde los problemas son una excusa para un despliegue de simple vulgaridad. Otros, y al menos esa es la lectura hacia la que me inclino, pueden abogar por un ingenioso escritor, que toma problemas reales y los retrata de manera cruda a través del alcoholismo y la sexualidad, donde otros escritores luchan por darle un misticismo, romanticismo y endulcoramiento que tal vez no debería ser. O, simplemente, para un lector casual, es un ejercicio de un pobre alcohólico por plasmarse como protagonista de las fantasías que no ha cumplido y retorcer las que ha vivido.

Por ello, si bien puedo asegurar que es un buen libro, deseo, esta vez, dejar el juicio más en las manos del lector, porque el sondear la vida de personas en guerra, ladrones, padres y madres de familia, trabajos mal pagos, artistas, escritores, etc. Entre vino, cerveza, penetraciones, eyaculaciones, bufidos y todo tipo de acción propia del comportamiento humano, me demanda explorar más sobre Bukowski.

Así que, querido lector, esta es una verdadera invitación para que te acerques a esta obra, y juzgues por ti mismo la calidad de este autor en este libro.

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