Reseña: El sueño de un hombre ridículo y otros cuentos de Fiodor Dostoyevski

Ficha técnica
Título	El sueño de un hombre ridículo y otros cuentos
Autor	Fiodor Dostoyevski
Editorial	Ediciones Áltera.
Primera edición	1998
Impresión	España
ISBN	848977904X

Este 11 de noviembre de 2021, se cumplirán 200 años del nacimiento de uno de los grandes escritores de Rusia: Fiódor Dostoyevski, y siendo sincero, no he leído ninguna de sus obras. Creo que esto no es un pecado o una falta, en especial, porque no solo sus libros más celebrados son no solo bastante extensos, sino que gozan de ese carácter psicológico que no pasa inadvertido para el lector dedicado. Además, como mi origen académico no es propiamente la literatura, no tuve verdadera oportunidad de entrar de lleno con este tipo de autores, además de una primaria y secundaria decadente en cuanto a lectura se trata.

Sin embargo, y más allá de iniciarme en este autor con libros del tipo Los Hermanos Karamazov o Crimen y castigo, opté por sus cuentos y relatos cortos. Puede ser por cobardía o respeto a las obras, pero no he de mentir en cuanto a que mi lectura apunta en progreso a sus obras cumbres. Ahora, ¿qué me he encontrado?

En un pequeño libro que compila un total de cuatro cuentos, en una edición de 157 páginas de contenido, entré en un mundo que, hasta ahora, apunta en tres direcciones. La primera, los personajes desadaptados o, mejor, excluido. Así, tienen una o varias particularidades que los hacen desencajar de los círculos sociales acostumbrados, desde familia, amigos o esfera laboral. Segundo, las historias se insertan en lo cotidiano, pero dando saltos, a veces pequeños, a veces gigantes, que conducen a caminos poco convencionales. Esto se siente bastante natural, a la vez que si no se coloca la suficiente atención en lo leído, deberás retomar desde donde te perdiste, pues no entenderías cómo se llegó a tal lugar. Tercero, y para mi por ahora último, intima con reflexiones, a veces superficiales, otras más profundas, que parece ser una característica de su escritura.

Ahora, entrando en contenido, los cuatro cuentos de esta edición son: El sueño de un hombre ridículo (título que trate la compilación), La sumisa, Bobok y El ladrón honrado. Debido a la corta extensión de cada cuento, pero haciendo una reseña que trate de motivar la lectura, solo entraré en dos: La sumisa y Bobok.

La sumisa es un cuento en primera persona, que tiene por centro las intenciones de matrimonio de un hombre que trabaja en una casa de empeño. Esto último es particularmente importante, pues los cambistas normalmente son símbolo de avaricia o codicia, que se aprovechan de personas necesitadas o desesperadas, que tienen por trabajo aceptar productos por cantidades irrisorias de dinero. Pero lo que caracteriza a nuestro protagonista, que constantemente se describe como una persona fuerte y de carácter frío, es que tiene por objetivo casarse con una pequeña niña, siendo esta, a la única que le acepta productos de baja o nula calidad, a cambio de dinero. Esta acción lo diferenciará de otro par de cambistas, pues normalmente solo recibe elementos preciosos. Y esto será parte de la estrategia que establece para llegar con seguridad a su objetivo.

Este cuento me llama la atención, púes no solo inicia con el hecho de que su joven esposa ha muerto, sino que, al estar relatado en primera persona, hace constantemente presuposiciones acerca de lo que esta piensa, o interpretaciones de lo que hace. Es decir, es un cuento que por el argumento de un viejo que quiere casarse con una pequeña puede parecer reprochable a ojos de personas sensibles, pero conforme avanza entendemos esa psicología y forma de razonamiento tras el narrador. Vive de observar, de planear, de suponerse en una posición determinada – fría y calculadora –, pero al final de cuentas todo lo que cree, debe contrastarse con la realidad que vive.

Por otro lado, Bobok, es un cuento que tiene un extraño ritmo. Me explico. En principio es la historia de un escritor que sufre por las formas en que se desempeña la escritura de su época. Mientras él ha escrito ensayos, novelas y artículos que nadie acepta, y sobrevive de traducciones y creación de anuncios publicitarios, considera que la literatura que destaca no apunta a la grandeza. Al final de esta primera parte, nos contará el protagonista como escucha un susurro que le dice “¡Bobok, Bobok, Bobok!”. La historia entonces pasará a un entierro. Un compromiso por un familiar lejano, pero ineludible. Un caso especial. En un momento determinado y en a búsqueda de soledad, llegará a escuchar la charla de los muertos. Sí, tal cual. Tendrá la oportunidad de presenciar como los muertos conllevan consigo la muerte al estar conscientes, temporalmente, de esta.

Este cuento puede resultar lento y hasta engorroso, pues trata de establecer relaciones entre rangos y jerarquías, al igual que diálogos que discurren entre la trivialidad y la penetración de considerase muerto. Ventajas, desventajas. Una historia que entretiene y ahuyenta, que seduce y desanima, pero que al pensar en la misma se vuelve interesante, pues no cae en esa interacción en que los muertos están condenados por sus acciones, o son seres de luz que deben cumplir misiones. Por esto traigo de relevancia este cuento.

Hasta el momento, esta edición de Áltera, no siento especial repudio o atracción por el autor. Tampoco los cuentos los siento especialmente memorables, pero no caen en el desagrado o el descrédito. Lo cual me da calma, pues, tanto simpatizar demasiado rápido con un autor, como odiarlo, me parecen actor por demás reprochables. Las dos posiciones llevan a idolatrías, y no existe la perfección ni el defecto absoluto.

Por ello, y siendo cauteloso, pues apuesto por explorar este autor, solo puedo afirmar con estos pequeños cuentos parecen un buen camino para entender tanto la escritura, como el desarrollo en diferentes niveles (argumento, personaje, narrativa, etc), de uno de los clásicos más reconocidos en la historia de la humanidad.

Con atención,

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