Fincha Técnica
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Título
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El avaro
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Autor
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Moliere
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Traductor
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Nydia Lamarque
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Editorial
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Oceano Grupo Editorial S.A.
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Primera edición en español
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2000
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Impresión
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España
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ISBN
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84-494-1683-3
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El autor

El contenido
Ubicada en el París del siglo
XVII, El Avaro se centra en Harpagón,
un hombre que al parecer es de una estirpe promedio y que por su tacañería
carece de comodidades. Es así que viéndose viudo (cosa que al parecer le afectó
negativamente) y padre de dos hijos, Cleanto y Elisa, sus actos se tornan en la
protección total de sus ahorros económicos; ahorros que tiene en una horquilla
y entierra en el jardín.

Durante la obra se verá como
se desenvuelve la verdadera personalidad de Harpagón, el sitio en el que cree
que debe estar su hijo y Mariana respecto a sus intereses, como la extraña
sensación que da este personaje de realismo, aunque satirizado, en nuestra
actualidad.
Personajes.
Harpagón: padre de Cleanto y de Elisa, y enamorado de Mariana.
Harpagón: padre de Cleanto y de Elisa, y enamorado de Mariana.
Cleanto: hijo de Harpagón,
amante de Mariana.
Elisa: hija de Harpagón, y
amante de Valerio.
Valerio: hijo de Anselmo, y
amante de Elisa.
Mariana: amante de Cleanto y
amada de Harpagón.
Anselmo: padre de Valerio y de
Mariana.
Frosina: mujer de intriga.
Maese Simón: comisionista.
Maese Jacobo: cocinero y
cochero de Harpagón.
La flecha: lacayo de Cleanto.
Dama Claudia: sirvienta de Harpagón.
La merluza y Brindavoine:
lacayos de Harpagón.
Un comisario y su pasante.
Opinión personal
Esta, querido lector, tal vez
sea la reseña más corta que he hecho hasta ahora, incluso la video-reseña dura unos
cuatro minutos; sin embargo, si bien el argumento es corto como, esto no
implica que sea del todo simplista.
Harpagón es un personaje
relevante aún en nuestros días, un hombre que podemos toparnos en cualquier
momento de nuestras vidas. Y es que no es sólo tacaño, avaro, es un hombre que
a favor de sus intereses económicos comienza a sentir el rigor de la locura, de
la persecución. De todo sospecha, cualquiera está bajo su mirada atenta
(paranoica) que atenta sobre su dinero. Es así que, al primer mal augurio,
conjetura sobre las posibilidades de que le sea robado su dinero.
Esta locura no tiene límites.
A partir de la sospecha, incluso de su propia familia como también posible
ladrones, llega a recrear imposibilidades de robo. Es así que nada ni nadie
está exento de acusación frente e Harpagón como ladrón, o posible ladrón, de
las cosas que siente que le pertenecen.
Otra característica de
Harpagón es, consecuentemente con lo anterior, el trato con los demás. Al
entrar en conflicto con su propio hijo respecto a Mariana, los derechos que el
exige frente a este como próximo esposo, rayan de la autoritarismo padre-hijo a
la objetivación de Mariana. Es decir, el derecho que Harpagón exige parece más
el reclamo por un objeto que el amor real por alguien. Esto se confirma poco a
poco en el desarrollo de la obra.

A todas estas, entonces,
califico este texto con un puntaje de 7 y de 1 estrella, fácil de leer. A pesar
de que Harpagón es un excelente estereotipo de avaricia y locura, las obras de
Moliere se caracterizan por el hecho de que los malos, los villanos, esos
antagonistas que nos presentan y de los cuales nos reímos pero al mismo tiempo
odiamos, nunca (prácticamente) reciben su merecido, incluso terminan en paz con
sus imperfecciones y gozando de sus horribles personalidades. Sin embargo, como
he nombrado en otras reseñas sobre otros libros, esto no le resta importancia y
valor real intrínseco a este texto.
Espero esto te motive a
leerlo, pues es corto, divertido y parte de la cultura general.
Con gusto, su servidor, Reike.