Ficha técnica | |
Título | Cementerio de mascotas |
Autor | Stephen King |
Tipo | Novela |
Editorial | Plaza & Janes |
Primera edición | 1984 |
Impresión | España |
Páginas | 303 |
La obra
Uno más para la cuenta personal y como entrada de este blog. Para alguno podría sonar reiterativo que reseñe a este autor, mientras que a los apasionados, puede ser algo perfectamente coherente. Porque aceptémoslo, cuando te entra la curiosidad y el gusto por un escritor, y quieres abordar la mayor cantidad de libros posibles de este, King es más que un reto; cuenta con más de cincuenta novelas y tantos otros libros recopilatorios de cuentos. En fin. Un verdadero universo pues, téngase en cuenta, sus obras tienen no solo referencias unas a otras, sino que se terminan conectando.
Entrando de lleno en la presente, Cementerio de Mascotas ve la luz en 1984 y tiene su adaptación en 1989, y otra más reciente en 2019. Curiosidad anexa, King aparece haciendo un cameo en la de los 80's. Esta novela nos ubica (como no podría ser de otra manera) en Maine. Más específicamente, en Ludlow, una nueva familia ha llegado al lugar. Constituida por cuatro miembros: Louis, el padre; Rachel, la madre; Ellie, la hija mayor y el pequeño Gage. Los Creed llegan allí por el trabajo que recientemente obtuvo Louis en la universidad como médico (esta es su profesión).
Lo particular de la casa que adquieren los Creed es la ubicación, pues, al lado de esta, pasa una larga autopista donde continuamente el transito parece no solo peligroso, sino que realmente es mortal. Esto se conoce gracias a los vecinos de esta familia, al otro lado de la carretera: los Crandall. Bueno, con más exactitud por el viejo Judson. El ha estado toda su vida en Ludlow y tiene memoria de mucho de lo que ha pasado en ese lugar; en especial en la carretera frente a su casa. Esta ha sido la razón de la muerte de muchos animales pero, especialmente, de las mascotas de varios habitantes. Incluso de una que llegó a tener Jud en su niñez: Spot. Todo esto lo narrará Jud a Los Creed cuando, después de entrar en confianza y querer conocer un poco la zona, les muestra el cementerio de mascotas (Pet Semantary), donde los niños entierran los animalitos que han perdido por una y otra razón.
Después de esta primera visita, como el confraternizar con Jud y su esposa Norma, y sumado a una horrible muerte que tiene que presenciar Louis en su trabajo, comienza a desencadenarse los acontecimientos en relación al cementerio de mascotas. ¿Cómo? Bueno, hasta ahora no he nombrado que hay un quinto miembro en los Creed: Churchill, de cariño Church, un gato. ¿Pero qué pasa exactamente? Bueno, sí y no tiene relación con el cementerio de mascotas. ¿Cómo es entonces la cosa? El cementerio es solo el abrebocas de otro lugar; un cementerio más allá de este, donde existen fuerzas extrañas. Poderes que no se pueden comprender del todo.
Opinión y crítica
Cementerio de Mascotas se me ha dado como un alivio a nivel narrativo, con un gusto de simpleza, misterio y credibilidad bien balanceados. ¿Por qué referirme a esto inmediatamente? Porque esta novela, a diferencia o al igual de otras del mismo autor que he leído (más recientemente Ojos de fuego), maneja algo que me gusta particularmente y que dice mucho de la maestría de la pluma: el abrir misterios sin explicarlos a fondo, pero cuya explicación pasa a un segundo plano respecto a la historia principal.
Algunos sencillos. Primero, el cementerio de mascotas tiene la particularidad que las lápidas o marcas de las tumbas de los animales, tienden a dar una forma circulas que se acerca hacia el centro. En términos más sencillos, tienden a ilustrar una espiral. Lo mismo sucederá con el cementerio más allá de este, conocido como Mimac, esto por los nativos americanos que se suponen habitaron dicha zona inicialmente. Ese otro cementerio también formaciones de tales características. Si bien se nos da una teoría muy sencilla, pero sin evidencia como trasfondo acerca de la importancia de la espiral como símbolo, queda todo en un misterio. A eso se suma el poder de los cementerios, principalmente el Mimac.
Se alude a que esas tierras están habitadas por un ser malvado que corrompe todo: el Wendigo. Sin embargo, si bien se tiene un encuentro con dicho ser y es descrito en toda su extensión como algo demoniaco (con cachos de carnero, entre otros rasgos), no sabremos a ciencia cierta su origen, el por qué de su aparición inicialmente n ese lugar y, así mismo, el por qué corrompe dicho territorio. Esto, al igual, que porque este monstruo se restringe a una zona específica y no es capaz (o no se interesa) por extender su influencia.
Tenemos también el hecho de que varios seres han sido resucitados con los poderes oscuros del cementerio, desde animales a personas, sin embargo no se deja claridad si hay un criterio para, primero, que, casi por minoría, algunos animales se vuelvan malvados o no; segundo, si esos que se vuelven malvados lo hacen por una influencia tipo demoniaca o espiritual; algo así como una posesión de un cuerpo putrefacto, más que el regreso de los muertos de manera defectuosa. Eso sin nombrar que los humanos que han vuelto (al menos hay un ejemplo de ello), desarrollan un poder extraño. ¿Qué ganaría un ser como en Wendigo en dichas posesiones que no hacen sino consumir personas? Si gana algo, pues se llega a afirmar al final del libro que el cementerio se alimenta de dolor, ¿por qué no puede hacerlo este ser por su misma capacidad? ¿Por qué tiene límites? Etc, etc.
Todos estas preguntas sin clara o ninguna respuesta invaden viralmente el libro. Sin embargo, como nombré anteriormente, pasan a un segundo plano a causa del argumento principal, y esto solo lo logra un escritor que maneja un ritmo de escritura que se centra en lo que realmente es relevante, a costa de dar explicaciones irrelevantes para el tipo de historia que está contando. ¿Acaso Louis quiere saber como Pascow quiso ayudarlo a no caer en las manos del cementerio? De hecho, ¿cómo este chico, manifestándose únicamente como visiones o en espíritu, logra tener acceso al peligro del cementerio y saber que este tiene sus intenciones puestas en los Creed?
Si me dieran a elegir entre Ojos de fuego y Cementerio de mascotas, sin duda alguna elegiría la segunda. Ojos de fuego es poco pretenciosa, pero al querer justificar todo proceso de los personajes, puede caer en la incredulidad; Cementerio difiere de esto, porque no solo se toma enserio a sí misma en cuanto a narrativa, sino a la sencillez de secretos que se revelan de tal manera que, sea como sea, quienes lo sufren, pueden morir en cualquier momento. En síntesis, sientes la constante presión del filo en el cuello.
Por esto, recomiendo este libro tanto para aquellos nuevos lectores, pues es sencillo de leer y comprender, además de atrapante, además de cualquiera que desee un acercamiento al terror o a este autor de culto.
Con cariño
Jeisson - R31K3
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