lunes, 27 de marzo de 2023

Reseña: Macbeth de William Shakespeare

Ficha técnica

Título

Macbeth    

Autor

William Shakespeare

Tipo

Teatro

Editorial

Panamericana

Primera edición

1997

Impresión

Colombia

Páginas

133

La obra

El teatro es un género que parece cerrarse en círculos muy específicos. Por un lado, los académicos que lo exploran con interés de estudiarlo (sin descartar el mero gusto), y los que lo hace por una necesidad poco común hacia la lectura, pues quien reina por principio parece ser la novela. Por esto mismo, un mero aficionado como yo (que he pecado de dejar muy de lado la lectura de la dramaturgia) no encuentra con frecuencia los espacios para leer y compartir este tipo de literatura. ¿Consecuencia? Bueno. No apunto totalmente a cómo hacer la reseña o, mejor aun, no sé a ciencia cierta si hay una forma determinada o diferente de hacerlo. Así que, pidiendo excusas de antemano, me esforzaré lo mejor posible en aventurarme en la presente entrada.

Shakespeare es uno de los autores por antonomasia del teatro, centrando en la tragedia (aunque sus comedias son también de importancia vital). Y no es por exagerar, pero con independencia de si has leído alguna producción del autor, su popularidad es tal que seguramente el título de alguna obra ha llegado hasta ti. Desde Romeo y Julieta, pasando por Hamlet u Otelo.

Macbeth se alinea con las tragedias. Esto ya nos prepara para algo transversal a todo el género: la muerte y lo inevitable. Porque sí. Tragedia no connota un tipo de desgracia o infortunio, sino como esta esta trazada por el destino y cuales son las condiciones que se van dando para el fatal desenlace. A esto, y siguiendo al tragedia clásica, el personaje principal, en este caso el mismo Macbeth, es un ser superior; casi como un héroe clásico. Ya de por sí, desde la antigua Grecia, el género se centra en personajes ilustres.

El primer acto abre con las brujas. Un total de tres. Estas, entre un escenario tormentoso y conjuros, hablarán sobre su primer encuentro con Macbeth. Paralelamente y seguido de esto, tenemos una escena con Dunkan. Rey de Escocia. Este, acompañado de algunos oficiales, se entera de como Macbeth, general y primo suyo, ha dado no solo un servicio solemne en la guerra (invasión de Noruega e Irlanda), sino que se ha levantado una vez se creía perdido todo. Por ello, ante tales logros, confirmados por un guerrero que llega herido a su presencia, Dunkan preparará recompensas dignas de tal guerrero (incluidos, por su puesto, su destacamento).

Pasamos a las brujas que se presentan ante Macbeth y su compañero, también comandante, Banquo. La brujas saludarán a Macbeth como señor de Glamis, de Cawdor y, por último, como rey. Banquo, en protesta a las predicciones de las brujas para con Macbeth, solicita que le sea saludado. Más allá de un "salve" y poco más allá de asegurarle que sus hijos serán reyes, no obtiene nada más, si a eso podemos decir que sus sentencias acerca de este también se pueden entender hacia nuestro protagonista:

Bruja primera: Tú, menos grande que Macbeth, aunque más grande.

Bruja segunda: Menos dichoso, pero más dichoso.

Bruja tercera: Padre de reyes, aunque no seas rey. ¡Salve, Macbeth y Banquo!

Bruja primera: ¡Salve, Macbeth y Banquo!


Entramos, entonces en un círculo de predicciones y cuesta abajo (o arriba según se aprecie) sobre las predicciones de las brujas. Primero, porque Macbeth, aun incrédulo acerca de las predicciones, es celebrado y recompensado por parte de de Dunkan como señor de Cawdor y no solo de Glamis; segundo, porque lejos de de guardarse el secreto de las predicciones, terminará por fiárselo a su esposa, nombrada solo como Lady Macbeth, la cual, llena de temeridad y ambición, empujará a Macbeth para que cumpla la predicción de ser rey, por las buenas o las malas. Obvio termina siendo por las malas.

Opinión y crítica

Es verdad que Shakespeare bebe de varias fuentes para la creación de esta obra. Entre ellos Macbeth, como rey de de escocia sobre el 1040, así como Historia Gentis Scotorum de Hector Boece. Si a esto le agregamos la maestría en escritura del autor, tenemos una obra que no solo pasa a la posteridad, sino que se hace fácilmente reconocible (como mencione al principio) en nuestra época a causa de la ingente cantidad de adaptaciones. En general lo que pasa normalmente con los clásicos, en mayor o menor grado hacen parte de la cultura. ¿Pero es una buena obra?

Bueno, entrar en polémicas es casi imposible, en especial porque las grandes "vacas sagradas" shakesperianas no tomarán en cuenta la opinión de humilde mortal. Por ello me siento libre de hablar, sea para bien o para mal.

La obra es bastante interesante y, leída en su debido ritmo, ofrece una experiencia de un verdadero despertar de emociones. Llega a brotar ese sentimiento de injusticia a causa de las acciones que Macbeth llevará a cabo; frustración y rabia, por como este se deja manipular por su madre, como sorpresa por el hecho de que nuestro protagonista se deja llevar de una manera tan vertiginosa a locura. De igual manera se podría comparar con las otras tragedias de Shakespeare en cuanto a la diferencia de extensión, pues esta obra es más corta que las otras, como en el accionar del destino.

Lo común de sus obras trágicas es que el protagonista sufre las desgracias por error. Mejor, de manera involuntaria a sus deseos. Aquí, sin embargo, hace ruido el hecho de que Macbeth ya tiene dentro de sí la semilla de hacerse por la fuerza los designios de las brujas, como el actuar premeditado para lograrlo. Y aun con esto, hay cosas que no me gustan. Pero seré puntual en dos cosas.

Lo primero es tratar a el gran guerrero con basta experiencia y recién llegado de una guerra, como un hombre ambicioso que, si bien es empujado constantemente por su esposa para "tomas lo que le pertenece", deja influenciarse de una manera demasiado sencilla. Esto parece fuera de foco respecto al carácter que se nos muestra de entrada: aguerrido, fiel, que lleva sus convicciones hasta más allá de lo posible y arriesgando su propio pellejo. De aquí su caída en picada sí se hace medianamente creíble. Pero en en esa caída, donde comienzan a rodar cabezas, se muestra no solo como imprudente, sino ampliamente torpe, al punto que utiliza la misma excusa para denunciar a sus traidores. Es decir, no tiene el más mínimo ingenio, a pesar de estar curtido en la guerra que exige, más que fuerza bruta, estrategia.

Creo que la obra deja mucho que desear por la falta de desarrollo de Macbeth y, tal vez, se debe a lo corta que es respecto a sus obras hermanas. A esto se suma un final que se siente correcto, pero no satisfactorio. Al final de cuentas termina medianamente bien, a pesar de los sacrificios que requirió el proceso narrativo, casi con un cierre de cuento de hadas tipo "final feliz".


No sé si me estoy excediendo con un libro tan corto, o si mi perspectiva está algo turbada por la falta de contacto con el teatro. Pero siento que más páginas para ver esa decadencia de Macbeth hicieron falta ampliamente, como el hecho del trasfondo inexistente de su esposa, que solo se ilustra como una persona ambiciosa sin límite.

A este libro lo califico con dos estrellas. ¿Entretenido? Sí, como nombre más arriba. ¿Indispensable para un buen lector? Tal vez no. De hecho la historia de un hombre que termina por destruir todo lo que conoce por ambición si bien no es tan recurrente en la literatura que he abordado, se siente demasiado apresurada en el presente libro.

Sin más que añadir, te espero en la siguiente reseña.

Con cariño

Jeisson - R31K3

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