Ficha técnica | |
Título | Drácula el origen |
Autor | Dacre Stoker y J. D. Barker |
Tipo | Novela |
Editorial | Edición digital |
Primera impresión | 2018 |
Páginas | 445 |
El auge de la novela vampírica en la cultura pop terminó hace bastante, con la conclusión de la saga de crepúsculo. Más allá de si es o no buena, representa una mirada contemporánea a la transformación del chupasangre, donde adopta características adolescentes, como de elegancia, glamour y seducción provenientes de otras orillas de culto, como lo es Anne Rice. Pero los espectros de la moda siempre están en una cuerda floja, entre caer en el vació del olvido (al menos medianamente), y ser reemplazados por algo nuevo, o mantenerse de alguna forma. Otra opción es que la perduración de la moda se haga desde un retorno de lo clásico; en este espacio es donde se enmarca Drácula el origen, en una vuelta a la esencia, o al menos es lo que prentende.
La historia abre con Bram Stoker (sí, el mismo autor de la magna obra), en un relato en tercera persona, el cual se encuentra en una situación no solo extraña, sino sumamente peligrosa; en una recinto reducido, sentado, con un rifle en mano, debe cuidar de que aquello que se encuentra al otro lado de una puerta, en una habitación, no salga. Que no escape. Pero el rifle no parece ser el único seguro, de ofrecerlo, para defenderse de lo que acecha al otro lado. Una cesta con rosas blancas, ostias, entre otros, parecen ser parte de los elementos que constituyen un extraños tipo de arsenal para mantenerlo a raya. Pero el esfuerzo es insuficiente, pues el sueño se apodera de él, así que lápiz en mano y con un cuaderno de notas, comienza a escribir.
Pasamos entonces al Cuaderno de notas de Bram Stoker, en donde se consignará gran parte de la trama. En este se inicia con el ser que cautivará en más de un sentido, y que servirá de objeto de motivación, inicialmente para Bram, y con mayor fuerza para su hermana Matilde; posteriormente para su hermano mayor Thornley, la mujer que ayuda a su madre a cuidar de ellos: Ellen Crone; de cariño, Nana Ellen.
Bram se recordará como un niño enfermizo, nacido en 1847, Irlanda. Lugar importante junto a otra ciudad donde ocurrirán muchos de los acontecimientos: Dublín (entre otras). El entorno en que se desenvuelve su vida no es fácil. Habitan al lado de la hambruna, y con ella el peligro de la delincuencia. Pero entre tanto miseria la familia de Bran pasa por momentos mejor bienaventurados, lo que hace que en ocasiones, donde los ladrones se incursionan en su pequeña propiedad, ellos llegan incluso a abrir sus puertas para ayudarlos. Darles algo de alimento para que no pasen una noche más con el estómago vacío. ¿Cómo? El padre de Bram trabaja en el castillo de Dublín, en la parte de comunicación entre agencias gubernamentales; en otras palabras, trabajaba para el Estado. Su madre era un miembro de la Sociedad Irlandesa de Investigación Social y Estadística. Esta última siendo una organización importante "en las campañas de alimentos y los intentos de ayudar a los desfavorecidos en Dublín".
La cosas no son para siempre, y esto es lo que sucede cuando, un día, la Nana desaparece. La búsqueda de los pequeños es parcialmente infructuosa, llegando a descubrir aspectos no solo misterioso de esta mujer, sino hasta perturbadores. Y si bien todo esto queda como recuerdos y alucinaciones infantiles, su búsqueda se retomaren sus vidas adultas, pues los tres, en algún punto, han vuelto a ver a su querida Nana Ellen, aunque con algo que parece imposible: la mujer, o la que creen que es la mujer que los cuidó, no ha cambiado en absoluto. Más increíble aún, en vez de envejecer, se ve más joven.
Opinión y crítica
Si llegaste hasta aquí, agradezco mucho tu lectura. Pero desde este punto he de advertir que habrá uno que otro spoiler que podría dañarte la experiencia. Pero que escribo la siguiente parte con la convicción de que es necesario para la sinceridad que mereces como lector.
Este libro estuvo de moda hace poco. El marketing sobre el descendiente del mismo Stoker hizo que fuera tendencia en los círculos de lectura. Ahora, si bien mi vida en la literatura es más bien reciente (estoy en grupos de lectura hace unos dos años penas), siempre desconfío de lo mainstream, y espero que se de la oportunidad, de aparecer esta, para sumergirme en un libo, y esta no es la excepción. ¿Por qué hago esto? Sencillo. Cuando un texto recién se lanza, y más de la envergadura reputacional de este, los costos son bastante altos. Si el libro es bueno, estos costos se mantendrán (y más teniendo en cuenta que es una obra que requiere traducción), si baja considerablemente, fue más la publicidad que realmente el contenido. Así, lo que despertó mi curiosidad es aparecía espontáneamente en clubs de lectura, y su costo no bajó demasiado, así que no debería ser tan mal libro. Además que una amiga me lo recomendó. Pero todo esto falló estrepitosamente.
El texto está estructurado a partir de dos tipos de narración. Uno en tercera persona, donde trata el problema de Bram y lo que hay detrás de la puerta; dos, en primera persona a partir de diarios y cartas. Un diario de Bram, otro de Thornley y cartas de Matilda para Nana Ellen. Pero incluyendo este detalle, a la par de la forma en que está dividida, me resulta una muy, pero muy, mala obra.
Los diarios de los hermanos Stoker se sienten extraños. El de Bram porque se desarrolla en el mismo momento que debe vigilar la cosa que está detrás de la puerta en específicamente una noche. Esto lo vuelve surrealista, pues la velocidad en la que escribe es humanamente imposible. Igualmente que las peligrosas interrupciones que tiene en su cometido. Si bien el diario de su hermano Thornley es más creíble, entre ambos existe un problema de fondo más preocupante: no se siente una diferenciación de voces. Mientras Bram es el gran narrador de su vida, con datos importantes para el desarrollo de la trama desde la infancia, y el de su hermano se centra el la adultez y los problemas que acontecen con su esposa, Emily, no se siente que sean personas distintas. Podrás perfectamente confundirte con uno o con otro indistintamente.
Las cartas de Matilda Stoker no se quedan atrás. Si bien son pocas y retratan creíblemente una mujer, se sienten como un recurso gratuito de motivación inverosímil. Estas cartas cumplirán un cometido más adelante en la historia, y si bien ayudan en la construcción del personaje, podrían ser descartadas y poco o nada afectan al argumento.
Un cuarto personaje es introducido en el libro, pasado más de la mitad. Perteneciente al Club del fuego eterno, tendremos a Arminius Vambéry. Hombre al que recurren, gracias a las conexiones de Thornley como gran doctor, ya que los tres tienen en sus manos un texto que podría revelar pistas importantes en su búsqueda de Ellen, pero que no logran descifrar, pues al parecer está escrito en húngaro antiguo. Sin ir más allá, el desarrollo de Vambéry es incoherente y hasta frustrante. Inicia como un hombre no solo culto, sino que tiene totalmente bajo control todo cuanto puede. Sabio, con amplios conocimientos y experiencia de ciencias ocultas. Cauteloso al punto del misterio, pues no revela más allá de lo que debe. Pero toda esta construcción inicial cae aparatosamente hacia la última parte, donde se vuelve un maniático de cortar cabezas o matar todo cuanto parece amenazante, sin analizar su entorno en busca las mejores opciones. Por ello, y sin entrar en más polémica sobre este hombre, no tocaré lo respectivo en la relación que pueda o no tener con el mítico doctor Van Helsing.
Drácul tiene un objetivo, el cual me reservo, pero la estrategia que va desarrollando es implemente tonta. Demasiado, para un ser con años y años, y más años de vida, los cuales aparecen haber desarrollado grandes poderes en él, pero no así su inteligencia. Porque sí, acá él tiene habilidades única, pero que usa de forma torpe. De hecho, es tan poderoso, que créeme querido lector, habría logrado lo que se proponía en apenas un puñado de páginas. Pero por el sacrosanto deseo del escritor (o escritores), se torna no solo en un obsesivo irracional, sino que lleva a cabo actos igualmente risibles y dignos de burlas (si ya leíste el libro, o si lo vas a leer, entenderás el sinsentido del clímax de la novela en el uso del fuego en medio de la lluvia en más de una forma).
¿Qué pasa con Bram como protagonista? Bueno, su desarrollo se mantiene en el tiempo de manera estable. Lo realmente preocupante es que el tiene un vínculo con Ellen, el cual se entiende de es de carácter vampírico, pero que en resumidas cuentas sirve de poco. De hecho, se hace una jugada tipo Gokú en Dragon Ball Super (perdón la comparación). Pero hay dos partes en donde demuestra que tiene ciertas habilidades otorgadas por la sangre vampírica, pero son utilizadas al buen estilo ultrainstinto. Las usa una sola vez para llevar a cabo hallazgos o salvar a sus seres queridos, pero hasta ahí, pare de contar. Recibe un power up que resulta en un solo y pequeñisimo momento de satisfacción.
¿Qué queda por decir? Bueno. Satisfactoriamente que NO RECOMIENDO para nada este libro. Y ¿por qué me siento satisfecho? Bueno, porque, a pesar de que no explica un origen convincente de Drácula y lo reduce todo a un ritual con el demonio poco esclarecedor; a pesar de que todo se resume en un retorcido romance; a pesar de que sigue el misterio de las limitaciones de Drácula, como los objetos benditos, el cruce de aguas, o la tan cuestionable invitación a los aposentos personales para que pueda actuar, entre muchas otros hilos sin explicación, este tipo de obras me permite entender cómo NO debe ser escrito un libro, y los contratos entre dos personas, que por más de una razón tengan popularidad entre los lectores, terminan ofreciendo con bombos y platillos productos no de dudosa, sino terrible calidad.
Hasta aquí mi crítica, porque créanme, no les miento, podría ser aun más extensiva la numeración de puntos negativos de esta novela, desde la misma "necesidad" del epílogo, como el redundante fanservice hasta el final, al introducir un personaje de la novela original, o la inexplicable y aleatoria reacción de los cuerpos a la sangre vampírica (doy el plus de que parecen solo Deus Ex Machina).
Con extrema sinceridad,
R31K3
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