lunes, 29 de agosto de 2022

Reseña: Un mundo feliz de Aldous Huxley

Ficha técnica

Título

Un mundo feliz

Autor

Aldous Huxley

Tipo

Novela

Editorial

Edición digital

Primera edición

1932

Páginas

169

Hay novelas icónicas de cada género. Esas que parecen imprescindibles para el lector asiduo, o para el que apenas hace sus primeros pinitos en la lectura. Por su puesto, no todos son fáciles, ni interesantes, ni mucho menos accesibles, sin embargo, esta obra, como otras del mismo corte, sí lo son. Por eso, de entrada, he de afirmar que Un mundo feliz de Huxley es de aquellos mundos que no deben dejarse de lado por ninguna circunstancia cuando se lee.

De ciencia ficción y distopía, este libro nos instala en el futuro. Uno después de una gran guerra, y en el cual se ha desarrollado una nueva sociedad la cual difiere en amplios rasgos respecto a la actual (porque sí, aun funciona en muchos temas). Así abre con un edificio neutro, que tiene por nombre Centro de incubación y Condicionamiento de la Central de Londres, junto a un escudo con el texto Estado Mundial: Comunidad, Identidad, Estabilidad. Estos dos elementos ilustran los derroteros por los que se decanta la novela.

El director de dicho lugar da una caminata para nuevos aprendices acerca del importante trabajo y desarrollo que se lleva a cabo allí. Este es, como el mismo nombre lo da a conocer, la incubación de nuevos seres humanos que se enrolarán a las filas de la sociedad. Más aun, de cómo son educados (o condicionados), para que sean dignos pertenecientes a la raza humana, y tengan garantizada una vida confortable, partiendo de la clasificación que se les designa. Porque sí, desde el mismo momento de la incubación, pasando por el crecimiento que implica su formación, están destinados a un grupo donde que se desenvolverán el resto de sus vidas. La jerarquía, grosso modo, inicia por la parte más alta, dominada por los alfas, seguidos por los betas. Luego están los gammas, deltas y epsilones.

Los tres últimos son sometidos a ciertos tratamientos, los cuales hace que desde su misma fecundación carezcan de las mismas capacidades mentales y físicas de los alfas. Primero, se somete al método Bokanovsky. En este, se multiplican incontables veces generando mellizos idénticos. Así mismo, segundo, son sometidos a otras intervenciones como limitar la cantidad de oxigeno para el resultado que necesitan.

Túneles calientes alternaban con túneles fríos. El frío se aliaba a la incomodidad en la forma de intensos rayos X. En el momento de su decantación, los embriones sentían horror por el frío. Estaban predestinados a emigrar a los trópicos, a ser mineros, tejedores de seda al acetato o metalúrgicos. Más adelante, enseñarían a sus mentes a apoyar el criterio de su cuerpo.

Y de forma taxativa se afirma: “Todo condicionamiento tiende a esto: a lograr que la gente ame su inevitable destino social”.

Después de ilustrar cómo se condicionan a los niños en diferentes etapas de crecimiento, conoceremos a nuestro protagonista. Bernard Marx, un alfa que trabaja en el mismo edificio, en la Oficina Psicológica.

Bernard tiene mala fama. Se dice que en el momento de su crecimiento, aun menos que un bebé, alguien colocó accidentalmente un exceso de alcohol, lo que hizo que, a pesar de pertenecer a esa alta casta, no tuviera la misma apariencia. De hecho, es más bajo, de físico nada destacado, y con una actitud poco amable. Pero, ¿por qué Bernard es así? Porque el no solo reconoce que tiene una desventaja innata frente a sus iguales, lo cual lo hace amargarse profundamente, sino que consuma cierta arrogancia por ese mismo sentimiento de exclusión, al tiempo que cree que las cosas deberían ser de otra forma. De otra manera.

Así, nuestro protagonista, se niega a tomar el Soma. Este es un elemento central que refuerza el comportamiento de paz y cordialidad entre los integrantes de la comunidad. Un tipo de medicamento, o droga, que tiene por uso el alejar a la persona de sentimientos negativos, desde tristeza a melancolía, pasando por depresión, envidia, etc. Además, viene en diferentes presentaciones, desde la más común que son pastillas portables, a intravenosa o en vapor, según sea la necesidad.

Este mundo se plantea con una uniformidad tal, que no importa si eres o no un alfa o un épsilon, pues crecerás con las convicciones con las que se te fueron “programado”, a tal punto que la felicidad está a la vuelta de una píldora.

¿Cuál será la ruptura o conflicto? Bueno, al continuar Bernard con su inconformidad con el mundo que lo rodea, no solo levantará sospechas, sino que aprovechará su influencia para explorar lugares donde aún existen seres humanos en, lo que podríamos llamar, “estado natural”.

Cave destacar que hay un par de personajes dentro del círculo social de Bernard que tienen bastante relevancia, aunque no el mismo grado de participación, ya que expresan diferentes aspectos del mundo que Huxley plasma. El primero es Helmholtz Watson. Único amigo de Bernard, es lo que podríamos resumir como un alfa excepcional. Sus atributos físicos y mentales van más allá del mismo promedio de sus iguales, lo cual hace que virtualmente tenga el mundo a sus pies. Al igual que Bernard, el se siente aburrido, pues si su amigo está decepcionado por el defecto, el lo está por su exceso. Por otro lado tenemos a Lenina Crowne. Mujer promedio de los alfa que siente especial atracción por Bernard por su particular forma de ser. Aun así, siempre se mantiene dentro de los límites y comportamientos considerados como correctos, lo que hace que tenga choques constantes entre el deber ser, con las particularidades de otros personajes.


Si bien un mundo feliz es catalogado como una distopía, es un libro que va un paso más allá. Es una utopía distópica, ya que todos los integrantes de este mundo (al menos lo que están dentro de la llamada civilización) son felices. No sufren enfermedades. Tampoco los achaques de la salud propias de la vejez. Gozan de relaciones sexuales, como de placeres sensoriales prácticamente ilimitados. Incluso, cuando llegan a salirse de la ruta predestinada, no reciben propiamente castigos insufribles. Realmente un mundo ideal. Si estos es así, ¿por qué resulta un libro tan popular como distopía? Yo diría que el autor ataca las bases mismas de la sociedad de su época. Bases que aun siguen vigente.

En este mundo hay una religión, una moralidad y, en general, una forma de vivir considerada correcta. Esto hace que ciertos elementos sean despreciados, hasta causar horror o risa (depende de la madurez), que para nosotros parecería común.

Miremos por ejemplo lo que es reprochable a nivel del grupo social sobre el que se cimenta nuestra realidad:

Nuestro Ford —o nuestro Freud, como, por alguna razón inescrutable, decidió llamarse él mismo cuando hablaba de temas psicológicos—. Nuestro Freud fue el primero en revelar los terribles peligros de la vida familiar. El mundo estaba lleno de padres, y, por consiguiente, estaba lleno de miseria; lleno de madres, y, por consiguiente, de todas las formas de perversión, desde el sadismo hasta la castidad; lleno de hermanos, hermanas, tíos, tías, y, por ende, lleno de locura y de suicidios.

Un mundo donde no existe la reproducción animal, y la multiplicación humana está intervenida por el ser humano, hace que la constitución familiar no solo sea innecesaria, sino que se sienta opresiva. La familia entonces es vista como parte de esa constitución propia que no lleva a la felicidad, y en gran medida de la plenitud del gozo corporal e intelectual, ya que reprime los instintos. Claro, ¿no hace esto mismo la educación del centro de incubación y condicionamiento? Sí y no. Ya que la familia puede llegar a presentar sus limitantes toda la vida, llevando a reforzar conductas que no hacen sino minar la libertad. Tal vez esto no suene muy fuerte, pero ¿qué tal la sexualidad? Este punto puede ser el más singular y abierto o poco aceptable según la persona.

¿Te gustaría tener un encuentro sexual con quien quisieras sin llegar a ser juzgado por nadie, cuantas veces se te antojara, sin el riesgo del embarazo o de enfermedades de transmisión sexual? Pues este mundo es para ti. Así, gozar del cuerpo, en más de un sentido, es totalmente normal, pues la castidad y los moralismos de la monogamia, son simplemente inexistentes. De insinuarlos, son reprobables, pues “todos somos de todos”. Sin embargo, esto contando con la perspectiva de ser un adulto. ¿Qué pasa con los niños? Pues desde su más tierna infancia, son libres de explorar su sexualidad sin límites con otros niños, desde que no implique, absolutamente, nada de violencia. ¿Aceptarías que tu hijo, sobrino, hermano o primo, lleve a cabo estas exploraciones de manera libre en su colegio o jardín infantil, siempre con la observación y supervisión de un adulto responsable? ¿Duro verdad? Bueno, es que Un mundo feliz apunta a todo elemento que conlleve una valoración de bueno y malo, y le da, no un giro de tuerca, sino uno de ciento ochenta grados.

Hay religión, pero no la que conocemos. Hay faltas, pero no castigadas como estamos acostumbrados. Hay literatura, pero absolutamente ninguna como la que hoy se comercializa. Incluso el consumo no se ve como adquirir elementos para el estatus (aunque está allí), sino lo necesario.

No sé si aporto algo realmente a los incontables y extensos análisis que se pueden encontrar en internet. Y no lo creo sinceramente. Lo que si sé es que esta relectura ha sido más que fructífera, por cuanto fue en lectura conjunta, y muchas cosas que para mi podrían sonar no solo interesantes sino coherentes estructuralmente, el estupor que dejaba sin aire y llenaba de indignación las palabras de otros, fue realmente refrescante.

No soy alguien que está más allá del bien y del mal, ni mucho menos. Pero lo que sí sé es que tratar de leer un texto de la forma más libre de prejuicios, permite establecer una relación más clara y distinta sobre estas ficciones y nuestra realidad. Este ejercicio a conciencia trae consigo, sin dudas, de penetrar con mayor profundidad en diversos aspectos, y que las raíces que se desprenden toquen diversos temas y amplíen el saber.

No extendiéndome más, pues corro el riesgo de aburrir o que esta reseña pase a resumen, les deseo la mejor de las suertes si toman la buena decisión de abordar esta obra.

Con incesante expectación, con cariño para ustedes, R31K3

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