lunes, 11 de julio de 2022

Reseña: No es lo que parece de M. J. Fernández

Ficha técnica

Título

No es lo que parece

Autor

M. J. Fernández

Tipo

Novela

Editorial

Edición digital

Primera edición

2018

Páginas

256

A veces tenemos géneros favoritos en la literatura, lo cual hace que exploremos tanto libros como autores en un apetito de degustar todos los posibles sabores. En otras ocasiones, queremos nuevos sabores, y esto hace que la exploración no solo sea una aventura, sino algo experimental y arriesgado. Esto último porque podemos comenzar a gozar y gozar sin detenernos, y puede ocurrir que nos atosiguemos o tengamos una indigestión. Por eso, mi consejo y ejercicio lector siempre será que, si algo me gusta, deleitarme con variedad antes que cantidad, y a un ritmo que impida que el placer se vuelva mero consumismo.

Cuando leo algo que me gusta, tiendo a buscar, siempre, escritores cercanos (tanto en legua como en tiempo) que estén dando a luz creaciones de ese estilo. Así, hubo un tiempo en que me enganché a Mario Mendoza, y a libros sobre la novela negra que limitaba con sus hermanas del mero género policial. Ahora, una de las últimas obras que he abordado (y reseñado) ha sido de Arthur Conan Doyle y su legendario Sherlock Holmes, lo cual me tentó a volver a ese estilo de historia. Muy buena suerte tuve porque leí el presente libro que reseño, lo cual, de entrada, me permito asegurar que fue una muy, pero muy, buena experiencia, añadido de que en grupo (pues fue una lectura conjunta), tuvimos una reunión con la autora.

No es lo que parece es una novela de estilo policial que tiene los elementos clásicos, pero indispensables, de una trama de este estilo. Así, encontramos de entrada la muerte de un político, Juan José Belmonte, candidato a alcalde y bastante reconocido en Haro, municipio y ciudad de la Rioja, España, cuyas características son particulares. ¿Por qué? Resulta, pasa y acontece, que al principio parece todo muy natural. Un hombre que, en ejercicio de su trabajo político, tiene algún tipo de ataque y muere frente a todo aquellos que lo estaban escuchando. Sí. Fue algo público. Sin embargo, después, a través de nuestro protagonista e investigador, tomará fuerza que fue un asesinato. Por eso es interesante. El asesino lo hizo a la vista de todo el mundo.

El hombre que quedará a cargo es Néstor Salazar. Un miembro del cuerpo policial, el cual tiene por características ser un hombre algo dejado. Mejor, descuidado. Siempre con una chaqueta vieja y roída, acompañada por un caminar algo lento y una postura curva (jorobada prácticamente). Ahora, él no estará solo, pues precisamente al lugar llega como novata quien será su compañera: Sofía Garay. Chica joven y bella, que se esfuerza por ser útil como policía, pero que ve truncado su desarrollo personal a causa de esa misma belleza. Primero, siente presión general por ser mujer, y por lo tanto sentirse débil; segundo, porque la superficialidad de los hombres, hace que la subestimen constantemente. Esto último cambiará con Néstor, pues él, al parecer, tiene como prioridad el trabajo a ese tono estético que la han marcado.

Néstor en general es un hombre que no aprecian mucho dentro del pequeño cuartel, y su vida, a ojos de los demás, parece no solo aburrida, sino bastante introvertida. Pero todo esto tiene una razón de ser, que se va desenvolviendo según se desarrolla la trama.

He leído en GoodReads diferentes reseñas que me parecen no solo superficiales (como son en general las meras opiniones en este tipo de plataformas), sino que las negativas faltas de argumentos.

De entrada, como mencioné inicialmente, la novela me parece de muy buena calidad. No excelente, porque creo que me falta mucho por leer para tener puntos de referencia absolutos. Pero en general es increíblemente buena.

Tiene un inicio típico, propio del género, pero que más allá de sentirse una repetición o una más del montón, la siento fresca. ¿Por qué? El lenguaje que usa de inicio a fin es sencillo. Cierra esa brecha de los escritores pretenciosos y los lectores sin experiencia, pero también atrae al empedernido que goza con todo género. Anexo a esto, ese lenguaje aterrizado, si así se quiere ver, explica de manera digerible problemas de tipo legal, que en otros ámbitos, o para el no conocedor, puede llevarlo a evaluar sus conocimientos de forma negativa, o incluso llevarlo a abandonar. Cosa que no sucede.

Otra virtud, y que agradecí a la autora ampliamente, es que la relación de trabajo entre Néstor y Sofía se siente orgánica. No hay necesidad de escenas sexuales, o especialmente morbosas, para desenvolver la personalidad de ambos. Néstor actúa conforme a sus objetivos y de manera profesional, sin caer por ello en la frialdad de un autómata que resuelve crímenes. Por su parte, Sofía entiende que está buscando ese desarrollo profesional, y su ética como mujer y policía se extiende a sus relaciones interpersonales. Es una aprendiz, y esto es consistente a lo largo de la obra.

Ahora, dentro de la narrativa encontramos el desarrollo de una segunda historia. Esta, en un inicio, parece indicarnos que, uno, tiene que ver con el asesino; dos, que no va a ningún lado. Además, es una subtrama que parece mal balanceada, por cuanto no tiene la misma extensión de la principal. Error de lector, pues cuando entendemos hacia donde nos está dirigiendo la autora, toma mayor profundidad diferentes aspectos del libro.

No es lo que parece es un libro perfecto para el lector que quiere acercarse a este género, tanto por lo ya mencionado, como por la experiencia de un libro bien escrito. No hay elementos como personajes, eventos o acciones que parezcan innecesarios. De hecho, como una buena película, cuando se muestra un arma, ten seguro que en algún momento se va a utilizar.

No puedo reproducir en esta reseña, por extensión, el encuentro con la autora M. J. Fernández, pero lo que sí puedo asegurar, sin duda alguna, es que como aspirante a escritor, muchas preguntas acerca del libro no solo dejan ver a una mujer experimentada a nivel literario (aunque esa no sea su profesión por diploma), sino que es un punto de referencia para la lengua española como la latina, de una representante y, repito, refrescante de la novela.

Creo que, hasta este punto, no queda mucho más que pueda yo agregar a las bondades de este libro. Claro está que podría hacerlo, pero los spoilers parecerían inevitables. Y, ante todo, como siempre, recalco que esta es mi opinión sincera, desde mi experiencia como lector, y que si te sientes insatisfecho o con dudas, no temas abordar sin duda el libro, tanto por recomendación, como por asegurarte de esta perspectiva.

Con cariño, R31K3

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