lunes, 20 de junio de 2022

Reseña: Estudio en escarlata de Arthur Conan Doyle

Ficha técnica

Título

Estudio en escarlata

Autor

Arthur Conan Doyle

Tipo

Novela

Editorial

Anaya

Primera edición

2000

Impresión

España

Páginas

191


Muchas veces los personajes son más reconocidos que el mismo autor que lo creó. Así, por ejemplo, es común reconocer a IT, o La cosa, ese payaso malvado que traumó a muchos a inicios de los 90 y tiene bastante difusión en el mundo del terror y el cine, a su autor Stephen King. O refiriendo a mundo completos, que los dinosaurios sean referencia directamente a la película Jurassic Park, pero no al nombre Michael Crichton, autor de la novela original, también del 90. Esto es similar con la novela presente, pues, el título Estudio en escarlata puede decir poco o nada, y Arthur Conan Doyle, tal vez si algo has escuchado o coqueteado con la literatura. Pero si se nombra a Sherlock Holmes, seguramente frases como “elemental mi querido Watson”, pueden asaltar tu cabeza, (esto último aun más llamativo, pues en la obra escrita original, nuestro investigador nunca pronunciará estas palabras).

Estudio en escarlata es un libro en dos partes. La primera está relatada completamente desde la perspectiva del doctor John. H. Watson. Un hombre que ha vivido lo que es la guerra, pero por una herida en Afganistán, debe retirarse de la vida militar. Ahora, ha llegado a Londres por su salud, pues se vio afectado por el tifus, y se encuentra casualmente a viejo conocido de apellido Stanford. Que en su momento trabajo para el enrolado como practicante. Durante la conversación, Watson le manifiesta que, a causa de sus recursos, debe encontrar un lugar con ciertas condiciones económicas, pues su solvencia no es la mejor del momento. Stanford le informa que tiene un conocido que necesita a alguien para compartir el pago de un piso, cuyo nombre es Sherlock Holmes. Sin embargo, a pesar de la buena disposición de Watson, Stanford le advierte que su conocido es bastante particular. Incluso, que para Stanford es un hombre engreído. Watson aceptará, entonces, sin dilación, el vivir con Holmes. No solo por la necesidad que presenta, sino por el tipo de personalidad que ostenta. Es un hombre curioso y de mente abierta, lo que hace que tenga cierta disposición a las cosas nuevas.

Si hay que mencionar algo en este punto, es la imagen que tenemos como lectores en la primera entrada de Holmes:


- ¡Ya di con ello! ¡Ya di con ello! – Gritó a mi acompañante, y vino corriendo hacia nosotros con un tubo de ensayo en la mano –. He descubierto un reactivo que es precipitado por la hemoglobina y nada más que por la hemoglobina.

Los rasgos de su cara no habrían irradiado deleite más grande si hubiese descubierto una mina de oro.

- El doctor Watson; el señor Sherlock Holmes – dijo Stanford, haciendo las presentaciones.

Nuestro narrador nos acercará al particular hombre, tratando de entenderlo. En general el investigador es un hombre de fácil convivencia. Ya saben, de costumbres regulares. Que tiene un horario de levantarse y acostarse casi fijo. ya que se entera no solo que es un investigador privado, sino que personas del común, e incluso la policía, solicita su servicio para diferentes problemas. Problemas de los cuales, mayormente, tiene que ver con casos sin resolver. La forma especial en que Holmes se relaciona con el mundo es a partir de sus intereses personales de aprender todo, absolutamente, todo lo posible acerca de el mundo real, para ejercer el poder de la deducción. Me explico.

En algún momento Watson le pregunta sobre la Teoría de Copérnico, ya saben, la rotación de la tierra que gira alrededor del sol. Esa teoría, al no serle útil, como cualquier otra información que el considera del mismo tipo, se esfuerza por olvidarla. ¿Qué importa la rotación de la tierra o la existencia de los astros si no es a un fin práctico? Es solo información innecesaria. El, Holmes, se dedica a aprender y retener en su mente herramientas que le sean útiles a fines específicos. Como él bien lo manifiesta: “Créame: llega un momento en que cada conocimiento nuevo que se agrega supone el olvido de algo que ya se conocía. Por consiguiente, es de mayor importancia no dejar que datos inútiles desplacen a los útiles”.

Entonces Watson, a partir de su relación continúa con el investigador, llega a una clasificación de las áreas de conocimiento de Holmes.

Literatura

Cero.

Filosofía

Cero.

Astronomía

Cero.

Política

Ligeros

Botánica

Desiguales. Al corriente sobre la belladona, opio y venenos en general. Ignora todo lo referente al cultivo práctico.

Geología

Conocimientos prácticos, pero limitados. Distingue de un golpe de vista la clase de tierras. Después de sus paseos me ha mostrado las salpicaduras que había en sus pantalones, indicándome, por su color y consistencia, en qué parte había en sus pantalones, indicándome, por su color y consistencia, en qué parte de Londres le había saltado.

Química

Exactos, pero no sistemáticos.

Anatomía

Profundos.

Literatura sensacionalista

Inmensos. Parece conocer con todo detalle todos los crímenes perpetrados en un siglo.

Toca el violín.

 

Experto boxeador y esgrimidor de palo y espada

Posee conocimientos prácticos de las leyes de Inglaterra.


Esta acumulación de conocimiento, por demás fuera de lo común, que tiene como centro un fin netamente práctico, es lo que explica como este hombre es solicitado para resolver problemas que ni un grupo de mentes puede llegar a deducir.

Ahora, el caso que atañe este libro llega en forma de carta. En ella se cuenta como en la noche, a eso de las tres, ocurrió un asesinato en los Jardines de Lauriston, en una casa deshabitada. La victima es un hombre originario de Estados Unidos. En la habitación hay manchas de sangre, pero el hombre no tiene herida alguna. Este será el caso con el que se enfrentará nuestro famoso investigador.

Ahora, como dije con anterioridad, el libro se divide en dos. La segunda parte es el trasfondo, o historia, que oculta el asesinato en cuestión. Y aunque pueda sentirse al principio algo lento, o simplemente innecesario para el lector superficial, es realmente interesante el porqué del asesinato.


Este primer libro de se lee bastante rápido y tiene muchas, pero muchísimas, ediciones como adaptaciones. En mi caso, leí la de editorial Anaya, que tiene por particularidad ir enfocada a nuevos lectores. Esto me pareció aun más interesante, por cuanto este tipo de ediciones tienen al margen del texto, aclaración sobre palabras, datos históricos o a veces curiosidades que te ayudan, por su puesto, a tener una idea más precisa como general del libro.

No queda por demás decir que Conan Doyle era un escritor que renegaba de sus novelas ya, que si bien era muy conocido por estas, él deseaba en vida serlo más por sus desarrollos de historia (entre otro tipo de textos). Pero lo que ha quedado para la historia de la literatura, como de muchas otras artes que ha intentado recrear y reviven de cuando en cuando a este icónico personaje, es el gozo de acercarnos a un ser que toma las riendas de su propia vida, de carácter práctico y que llega a dar de sí todo lo posible por lograr sus objetivos, en pro de los misterios.

Por su puesto, le doy cinco estrellas en Gooodreads a este texto, pues lo tiene más que merecido.

Volviendo a las reseñas, R31K3

No hay comentarios.:

Publicar un comentario