lunes, 2 de mayo de 2022

Reseña: La niebla de Stephen King

Ficha técnica

Título

La niebla

Autor

Stephen King

Tipo

Novela – Cuento

Editorial

Penguin Random House

Primera edición

2006

Impresión

España

Páginas

314

Stephen King, en la introducción de este libro, acepta que se le dificulta en cierta manera escribir cuentos. Esto se debe a su costumbre, forjada por años de experiencia, de extenderse tanto como le parece necesario. En ese sentido, La niebla es una obra que puede entenderse de tres formas por su extensión. Primero, como un largo cuento; segundo, como un libro corto; tercero, simplemente como un texto que colinda entre ambos. Sea cual sea la comprensión que se pueda dar el mismo, el primer acercamiento puede ser complejo, dependiendo del tipo de lector de King que seas.

Si eres de los que ya ha leído varios de sus libros, se te hará corto y tal vez incompleto. Si apenas lo empiezas a leer (lo cual es bastante raro, pues hay textos más familiares o reconocidos), se te podría hacer algo lento y largo. Sin embargo, eso no quita que la esencia del autor este plasmado en la historia, y guste de igual forma.

La niebla nos ubicamos en el 19 de julio, donde un gran lapso de calor que había caído sin misericordia en el norte de Nueva Inglaterra es interrumpida y “azotada por las tormentas de mayor violencia que yo (el narrador) haya visto jamás”. Los personajes iniciales son una pequeña familia integrada por tres personas. Padre, madre e hijo. David, Steffy y Billy, correspondientemente. Se divertían padre e hijo nadando, pues vivían en Long Lake.

Desde un principio la ola de calor convencía a la familia que las nubes que podían dar asomo, no eran más que una simple ilusión de precipitaciones por el extremo clima. Sin embargo, ese día, David ya manifestaba a su esposa que se avecinaba una tormenta. Esta desestimaba tal cosa, pues ante lo visto hasta ese momento, la duda se plantaba en ella con facilidad. Sin embargo, la opinión de Steffy se vio contrariada, cuando la naturaleza soltó en toda su furia el agua y los vientos. Así, la familia pasaba de un día casual de veraneo, refrescándose con bebidas frías, a refugiarse en el sótano resguardados contra un accidente, pues la tormenta arrasaba con cuanto encontraba, los padres cuidaban de calmar al pequeño que, por cierto, apenas contaba con cinco años.

Los estruendosos sonidos de destrucción animaban la imaginación de cuanto habría pasado a la casa y los alrededores. Sin embargo, nada los prepararía para la cantidad de destrozos que presenciarían, y los cuales asumirían con temple, pues eran el resultado de un fenómeno natural.

Árboles que llegaron a bloquear vías, Junto a otro que llegaba a travesar la casa. Este último precisamente entró por el estudio de David (se me olvidaba. Este es pintor de profesión), Lo más peligroso, aquello que hacía que Steffy temiera por su pequeño, eran los cables eléctricos que quedaban sueltos por los alrededores. Ya saben, electricidad, agua y humanos en triada no nos entendemos muy bien.

La situación comenzará a enrarecerse aún más. Ya saben, no era suficiente con una ola de calor de tres semanas, para seguir con una tormenta de agresividad histórica. No. Lo que dio continuación a las particularidades era una niebla que comenzaba a correr sobre el lago. Pero no era una niebla cualquiera. Era “robusta”; “densa”. Y su ritmo de constante avance, con una estética casi de muro, revelaba que no era común. Sin embargo, y a base de la experiencia de vivir allí por años, terminaron por minimizar aquello. ¿Cómo no hacerlo? Después de todo, la responsabilidad de un padre, o un adulto, es no perder los estribos, al menos no por una simple niebla; algo que parece no parece particularmente peligroso.

La tormenta también afectó visiblemente a un vecino no muy querido de David: Brent Norton. Un hombre de carácter vulgar y que tiene el gran defecto de querer tener la razón. Su personalidad es tan complicada, que muchas veces ha tenido problemas de carácter legal, incluso con el mismo David. Demanda que Norton perdió, y lleva consigo un rencor palpable en su actitud. Risiblemente, a pesar de esta antipatía, Norton se ve obligado a pedirle ayuda a David, pues un árbol cayó en su propiedad. Con mayor precisión, cayó en un auto muy costoso, y su sierra eléctrica simplemente no funciona.

Después de varias consideraciones, pues no había electricidad y necesitaban abastecerse hasta que restablezcan la energía, y esperar a autoridades competentes como los bomberos, se embarcan al mercado más cercano David, Billy y Norton. Sttefy insistirá en quedarse en casa a arreglar lo que tuviera al alcance.

Llegar al supermercado es fácil. Allí dentro, al igual que ellos, varias personas que se vieron afectadas por la tormenta, y van por víveres. Eso sí, los problemas comienzan a sumarse, porque a la falta de alguna señal de radio para lograr informarse de lo que sucedía en otros lugares, y el ya problema eléctrico mencionado anteriormente, las líneas telefónicas también están muertas. Hasta que, finalmente, ocurre lo esperado y temido, la niebla llega hasta el supermercado, gobernando con sus grises y oscureciendo cuanto puede su lugar. Pero ella no llegará sola. Será acompañada de un olor ocre, horrible, al igual que con un peligro real que se manifestará en cuanto alguno llegue a salir, o la niebla logre entrar.


Hasta este punto he resumido la parte inicial de libro, y he de aceptar que fue algo complicado, porque la extensión del mismo hace que se profundice en los personajes, pero se resuma muy fácil el argumento. Esto es por demás brillante, a mi consideración, en un escritor, pues crear personajes es mucho más difícil que tomar una idea y extenderla.

Ahora, si hablamos de terror, este libro es altamente recomendado. Primero, porque empieza con fenómenos naturales comunes (incluso una fuerte sacudida de tierra), que comienza a crear un ambiente tenso, para dar grandes saltos en pequeñas dosis, que van ahondando en el verdadero peligro que están los personajes; segundo, porque mantiene un misterio que no tienen necesidad de ser explicado, y eso es muy importante a nivel narrativo. Muchas veces, desde cuentos a novelas, el escritor trata de dar una extensiva explicación del por qué de todos los sucesos posibles, a tal punto que puede ser totalmente innecesario para la trama. Lo cual no ocurre aquí.

Claro. Podría esto incomodar a los que llegaron a ver la película basada en este libro, que termina por dar una que otra explicación, además de que su final difiere al del libro, pero teniendo en cuenta que este cuento se plasma como un escrito y/o relato del protagonista, hasta el punto donde se encuentra en ese momento en relación a la niebla, que cada final corresponde a cada versión (aunque personalmente, si bien la conclusión de la película es muy buena, emocionalmente no era necesaria de esa forma).

La niebla es un libro intermedio, pero no solo por su extensión. Es un libro que da un abrebocas a esos miedos que esconde la naturaleza (al menos parte de ella), para dar un salto a lo mortal. A lo vivido de lo que es que, en cualquier instante, vas a morir. Que algo que parece normal dentro de la naturaleza (si es que hay algún tipo de naturaleza en lo que experimentaran los personajes), puede terminar por amenazar a toda forma de vida común, y no solamente la humana. En fin.

Hasta aquí dejaré esta reseña, pues varios elementos pueden dar grandes spoilers de manera injustificada. Desde las relaciones sociales que se van degenerando a causa de la amenaza constante, como ese elemento netamente humano de seguir ciegamente a aquellos que nos dan una solución, así esta no esté fundamentada, y juegue con la debilidad de creer en lo que sea en momentos de desesperación.

Y como puede observar hasta este momento, querido lector, La niebla es un texto super recomendable. No es perfecto (no creo que ningún libro alcance o rasguñe tal término), pues ciertos elementos (como el proyecto punta de flecha), se ven integrados de forma apresurada dentro de la narrativa. Como si no formaran parte de la cotidianidad de este mundo creado por King. Aun así, es latamente recomendable, tanto para seguir amando a este rey de la lectura, como para aquellos que quieren un buen sabor a terror. Por su puesto, no falta su alta dosis de sangre, para los amantes de gore.

Con ganas de no verme en la vida envuelto en una cortina de niebla,

su servidor, RE1K3


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