Ficha técnica |
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Título |
A sangre fría |
Autor |
Truman Capote |
Editorial |
Random House Mondadori |
Primera edición |
2015 |
Impresión |
Colombia |
Páginas |
478 |
ISBN |
978-958-8639-92-5 |
A sangre fría es, tal vez, la
novela más conocida de Truman Capote (1924 – 1984), periodista y literato
estadounidense. Estas dos profesiones las unió precisamente en esta obra, pues,
como si fuera un anunció de programas de policías, es una obra basada en hechos
reales. De hecho, en los agradecimientos del mismo (al menos en esta versión de
la editorial Lumen), se entiende con claridad que, incluso, existió
asesoramiento profesional de tipo legal. De entrada, entonces, se puede afirmar
que es la reconstrucción, a partir de una investigación, de un asesinato,
expuesto en estilo novela.
El libro está dividido en cuatro
partes, a saber: 1, los últimos que los vieron juntos; 2, Personas
desconocidas; 3, Respuesta y 4, El rincón. Todo en un orden y sencillez tal
que, a nivel de extensión, el libro se siente no solo balanceado, pues cada
capítulo tiene casi la misma cantidad de páginas, sino también liviano, pues a
pesar de sus más de doscientas hojas, es de muy fácil lectura.
Capote nos emplaza en Kansas,
ubicado en el medio oeste de Estados Unidos. Lugar que se caracteriza por sus
amplias llanuras, como por su tierra fértil y productiva para quien sabe
aprovecharla. Holcomb, donde viven nuestras víctimas, es una ciudad pequeña que
se hará famosa a partir del asesinato de una familia. Nuestra familia
protagonista: Los Cuttler.
Herbert contrae matrimonio con
Bonnie Fox, de la que puede decirse, que era su única preocupación real, pues
después de sus embarazos comienza a tener problemas de salud. Según Cuttler,
era una mujer nerviosa y tenía sus “rachas”, aunque lo cierto era que la mujer
llevaba varios años en tratamiento psiquiátrico. Ella se avergonzaba, tanto por
la mujer que solía ser, como por la influencia de la misma enfermedad. Así,
pocos la veían ya que ella prefería la seguridad de su casa; de su habitación.
En total eran cuatro los hijos de
los Cuttler. Eveanna y Beberly eran las mayores, pero para los acontecimientos
que sucederán en el libro son irrelevantes, pues ya habían conformado familia y
vivían lejos. Los otros dos, Nancy y Kenyon, protagonizarán junto a sus padres
el centro del crimen.
El segundo hijo es Kenyon. Este
chico no es particularmente extrovertido, o tiene una injerencia profunda. Lo
que se puede destacar es su porte al buen estilo Cuttler, pues es alto para su
edad y de espaldas anchas, pero es más bien reservado.
Si bien estos cuatro miembros
conforman una familia prospera, no tenían un servicio permanente en su casa.
Pues en consonancia con la salud Bonnie, Herbert se encargaba de cosas
generales como cocinar. Aparte de ello solo una pequeña familia, conformada por
padre, madre e hijo bebé, son los más cercanos geográficamente. Esto es
relevante para el asesinato de los Cuttler, pues ellos no escucharon nada.
Smith es un hombre particular,
tanto física como psicológicamente. El era un hombre mixto, es decir, el origen
de sus padres era diverso. Por un lado, su madre era cheroqui (o cherokee),
grupo indígena norteamericano que generalmente se caracteriza por su
apariencia, estando dentro de sus características estándar, como el cabello
negro y grueso, los pómulos altos y la piel entre rojiza y marrón. El padre era
de origen irlandés y asentado en estados unidos, que en principio se dedica a
ser artista de rodeo. Básicamente es un cowboy. Esta mezcla hace de la
apariencia de Perry Smith algo especial, por no decir atractiva. Pero la vida
de él será bastante dura.
Cuando conocemos este personaje,
es apenas un ladrón de mala monta con libertad condicional. Pero como dijimos
anteriormente, el conoce a su compañero de asesinato cumpliendo una pena. Allí
dentro ocurre el evento que hará que tanto Smith como Hickock se sientan
atraídos uno al otro: un asesinato.
Alardear hace parte de la vida cotidiana
de las personas. A veces los eventos se ven exagerados o minimizados según las
necesidades. En este caso particular, Smith asegura en un momento determinado a
Hickock que llegó a asesinar un negro en Las Vegas con una cadena y que nunca
fue condenado por ello. Esta revelación se da porque Smith admira la fuerza de
Hickock como su seguridad ante sus propias convicciones, al tiempo que la
atención de Hickock se ve atraída hacia Smith, pues a pesar de su apariencia es
un hombre tenaz. Esta amistad se verá reforzada en libertad, a través del gran
golpe que darán. Idea dada por Hickock.
A sangre fría es un caso
novelizado que puede ser, como casi todo buen libro, leído de manera
superficial, o buscando cierta profundidad en su narración; tiene tantos
aspectos que intervienen directa, como indirectamente, que en una primera
lectura pueden pasarse por alto.
Puedo afirmar que en primera
instancia la especulación respecto al caso es limitante, pues al ser un hecho
histórico bien documentado, no queda lugar a duda no solo al asesinato y sus
móviles iniciales. Impresión inicial que puede perder peso si se tiene
consideración que los aspectos de la vida de los asesinos, como la recepción de
la muerte de los Cuttler, permite una comprensión abarcante de aspectos
sociales y culturales de la época, que igualmente ocurre con el pasado de los
asesinos, pues permite una comprensión de aspectos familiares y hereditarios.
Pero no me quedaré en una mención tan abierta y mencionaré algunos temas que,
de ser el caso, el lector podrá explorar si se acerca a esta obra.
Dentro del paso de Smith
encontramos una relación de su apariencia ya descrita, ligada a su percepción
estética y su herencia genética. Primero, porque en un punto de su vida tuvo un
accidente de moto, lo que le conllevó a una recuperación incompleta de sus
piernas. Esto hace que su físico sea desproporcionado. Mientras su tren
superior es ancho y fornido, a causa del accidente, sus piernas hacen que tenga
una manera no solo irregular de caminar, sino que se ven delgadas y hasta
atrofiadas. Esto lo avergüenza, al punto de no querer nunca mostrar sus piernas
por ninguna razón. Ahora, un par de sus hermanos murieron por mano propia, y su
madre que alcohólica, literalmente muere a causa de su propio vómito.
El mismo Smith es marcado por
ellos, y tal vez sea por viajar con su padre a Alaska de niño, y sus escapes,
lo hacen un soñador que se deja convencer de diversa publicidad acerca de
diferentes partes del mundo que desea conocer. Al mismo tiempo acomete sobre la
lectura y la búsqueda de un estatus más alto traducido en lenguaje y
vocabulario, llevando una especie de diario con palabras que para el suenan
estilizadas y complejas.
Es un estafador nato, capaz de
embaucar a las personas fácilmente. Su retórica y habla generan confianza. Esto
se contrasta con la inestabilidad ya antes mencionada, y hace que solo busque
placer a corto plazo, pues al reconocer sus habilidades para salirse con la
suya, su egocentrismo y confianza le juegan en contra y exceden sus capacidades
de cálculo estratégico. Todo esto con un plus más oscuro, pues se sexualidad
perturba al punto de que es tendiente a la pedofilia.
Al mismo tiempo el retrato de
Holcomb como un lugar de prosperidad agraria, contrasta con la vida de la
persona negra como ciudadano de segunda o tercera categoría, y donde el
asesinato es un evento de tal magnitud que hace identificar, dentro de los
primeros lugares, a los ciudadanos de esta raza como sospechosos. Pero no se
queda allí, sino que se genera una desconfianza tal, que personas que han
convivido por años en el mismo lugar, comienzan a sospechar entre sí.
Otro tema delicado a nuestros
ojos contemporáneos es la homosexualidad, pues ser “marica” es una degeneración
de la moral, tan común, que se considera negativamente, tanto por pasivos
habitantes de un pueblo o ciudad, como por criminales, aunque se normalizan
estas prácticas en otros espacios, como la prisión.
Estos son solo unos pocos de los
temas que se agregan y son gran fuente de consideraciones acerca de los
aspectos personales y contextuales de este suceso histórico, al tiempo que se
puede apreciar la maestría de Capote como narrador.
Claro, siempre existirán aspectos
que restan puntos a las obras, y esta declinación aparece aquí hacia la parte
final. Esto sucede al traer a colación, de forma innecesaria y de manera poco
interesante, las historias de otros casos de asesinos o condenados. Si bien
parece una estrategia para amenizar y contextualizar el desenlace de cómo
termina la historia de Smith y Hickock, se siente superfluo al lado de la gran
exposición que se da a lo largo del libro (esto sería lo único realmente criticable).
En última instancia, creo que o
queda duda alguna acerca de mi apreciación y recomendación de A sangre fría,
que sigue vigente, tanto como parte de un nuevo género literario naciente en su
época, como por el hecho de que pasan los años y envejece de manera
satisfactoria.
Sin nada más qué decir,
con cariño, R31k3
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