lunes, 11 de abril de 2022

Reseña: El misterio de Salme's Lot

Ficha técnica

Título

El misterio de Salem’s Lot

Autor

Stephen King

Editorial

Plaza & Janés Editores, S.A.

Primera edición

1993

Impresión

Barcelona

Páginas

510

ISBN

84-8450-479-4

Aventurarse dentro de géneros que se han sido no solo explorados sino explotados es un riesgo. Incluso si la época parece que ha entregado un contenido robusto (no por ello bueno) en diferentes medios de entretenimiento; sea las películas, las series animadas o en live action, o aun más en literatura. Y es que no es para menos pensar que la maestría de un escritor está en cómo escribe la historia. La ambientación, los personajes, la trama, etc. Elementos básicos que pueden sonar superficiales, pero que se vuelven profundos cuando toma un tema popular y, como lector, te crees el cuento. Eso, y mucho más, es El misterio de Salem’s Lot.

La novela inicia con un acto lúgubre en su prólogo, donde dos individuos viajaban hacia el oeste en un auto. Más precisamente, un Citröen. Su andar es sospechoso, no solo porque toman vías secundarias y en tienden a dar grandes rodeos hacia el lugar donde se dirigen, que de hecho es el oeste; recurre uno de ellos a estar pendiente de cualquier noticia en el periódico respecto a Jerusalem’s Lot. Algo tienen que hacer allí, el lugar que describe un título como pueblo fantasma.

Después del prólogo entra en juego uno de los protagonistas (no es que el principal), Ben Mears. Un hombre de entrados los treinta y que vivió en Salem’s Lot hace una veintena, pueblo que de cariño le dicen Solar. Este es escritor y en lo que podemos llamar un cruce de caminos entre su profesión y cierta añoranza del pueblo, vuelve allí, no sin recelo, para construir su novela.

En segundo lugar tendremos a Susan Norton, una adolescente de Solar, y que entra en contacto con Mears por lo que llamaríamos un “casi amor a primera vista”, ya que la chica no solo lo reconoce cuando está sentada en un parque, sino que en las manos lleva el segundo libro de Ben titulado Danza aérea. Libro, que si bien no es muy bueno, Susan le pide que se lo firme con dedicatoria. Ben le hace la observación de que dicho ejemplar es de la biblioteca, a lo que ella muy sobriamente le dirá que lo repondrá.

En la pequeña conversación que tiene Ben con Susan descubrimos el nombre de Miranda. Al parecer, la ex pareja de Ben. Aquí el lector puede sospechar no solo una separación, pero esto se irá revelando conforme se desarrolla la trama de Ben. ¿Por qué digo la trama de Ben? Bueno, porque la novela no es solo extensa (510 páginas en esta edición en español), como lo son normalmente las obras de King, sino que tiene una cantidad de personajes considerable, los cuales tienen algún grado de participación, y que expone de manera magistral en una sección que describe a estos, junto a algunas de sus problemáticas, a partir de un día en el pueblo.

Someramente tenemos a: la familia Griffen, conformada por padres y dos hijos varones, los cuales tienen diferencias claras, pues uno de ellos quiere dejar la escuela. El padre se encargaba de repartir la leche que producía, aunque el negocio no iba muy bien, pues grandes comercializadoras dejaban en segundo plano a la producción tradicional.

Eva Miller, una mujer de avanzada edad que administra un hotel, y su día inicia bastante temprano por los habitantes comunes de su establecimiento, más el visitante del pueblo: Ben.

Sandy  McDougall, una adolescente que se casa a los diecisiete años con Royce McDougall y tienen un bebé. El problema de ella subyace en que ese pequeño se ha vuelto una molestia en su vida, por no decir un obstáculo, pues la gran vida que pudo haber soñado resultó ser un fiasco, y en ataques de ira termina lastimando al bebé. Ahora es una simple ama de casa que vive encerrada por su hijo, además de soportar las borracheras de su esposo.

Mike Ryerson es el que más trabaja en el pueblo (si así se quiere ver), pues es el encargado de los cementerios; Charlie Rhodes, conductor de bus escolar.

Weasel Craig, un viejo que vive en el hotel de Eva, y cuyo mayor problema es la bebida. Este habría sido en algún momento de su vida amante de la mujer, pues esta había perdido a su esposo.

Mark Petrie es el chico nuevo del colegio Stanleey Street. Un pequeño bastante particular no solo por su altura, la cual sobrepasaba a la mayoría y se comparaba con Richie Boddin, el matón, sino que sus rasgos se podrían considerar algo femeninas. Es fuerte, con características físicas especiales, al punto que lo demuestra al dar una tunda a Boddin.

Dud Roger es un hombre de rasgos agresivos, más bien feúcho, que se encarga del vertedero de basura del pueblo. Es un hombre con bastante rabia en su interior, que se entretiene matando ratas con la pistola y fantaseando con una adolescente.

Lawrence Crocket, propietario de la compañía de seguros y de los bienes raíces de Solar. Este hombre tendrá bastante injerencia en los eventos que se desarrollarán en el pueblo por su trabajo como negociante de propiedades.

Bonnie Sawyer es una mujer insatisfecha con su marido y le será infiel con un juvenzuelo.

Mathew Burke es un viejo profesor de instituto de sesenta y tres años; será un personaje que forjará un vínculo de amistad con Ben. Bill Norton y Ann Norton, padres de Susan.

Floyd Tibbts es un hombre alto, que vestía de barba corta y ropa informal. Es el principal  pretendiente de Susan.

La familia Glick constituida por padres y dos hijos varones. Estos dos llamados Danny y Ralphie.

Marbel Werts es una mujer gorda llegada a los setenta años, y en general es la chismosa del pueblo.

Nolly Gardener y Parkings, los policías del pueblo, y que encuentran sospechoso tanto a Ben como al nuevo hombre que acaba de llegar al pueblo y comprar una vieja casa que se cae de vieja, porque allí ocurrió una tragedia hace años.


La trama principal comienza a exponerse desde el capítulo tres desde tres antecedentes. El primero, que la llegada de Ben Mears coincide con la de S. T. Straker. Un calvo de traje sobrio, el cual tiene la intención de comprar una propiedad. La casa en cuestión es la de los Marsten. Un ligar que tiene un pasado trágico, y por el cual el mito de la casa embrujada existe en este pueblo. A esto hay que añadir que también toma en alquiler un pequeño local comercial para hacerlo un anticuario. Lo segundo es la muerte de un perro. Este animal, Doc, es la mascota del tío de Tibbts, Winn Purinton. Cuando Tibbts se entrera de esto en el bar de Dell, el tenedero, Delbert Markey, le asegura que tiene relación con satanismo. Tercero, los hermanos Glick van a visitar a Mark Petri en horas de la noche, pero al parecer algo los atacó.

Se puede apreciar que la lista de personajes es comprensiblemente extensa. Aun así, es bastante interesante afirmar, que cada uno toma su lugar dentro de la trama, sin ser a la vez demasiado superficiales. Intervienen lo necesario. ¿Necesario para qué? Pues para entender que desde la llegada de Straker y Ben, cosas extrañas comienzan a pasar en el pueblo, donde algunas personas comienzan a morir o desaparecer.

Cuando abordé la novela en la lectura conjunta, al principio coincidí con varios participantes que la trama parecía tender a los fantasmas o lo sobrenatural casi inexplicable. Y es que hace un ejercicio tan bueno respecto a crear un ambiente de misterio, que no logras deducir del todo qué es lo que está sucediendo en Jerusalem’s Lot. Esto habla mucho de centrar la atención en cuestiones tal como la relación sentimental de Ben con Susan, y cómo funciona el pueblo desde los personajes antes nombrados (y no son todos lo que existen claro está), que la atención parece estar siempre en dos direcciones: la vida personal y lo que sucede tras bambalinas en el pueblo.

Es un texto altamente ambicioso y bien ejecutado. ¿Por qué? Simple. Porque va sembrando poco a poco para después recoger pues, mientras en unos capítulos añade detalles a lo que gira alrededor de los viejos eventos en la casa de los Mears, en otros se desprende de esto para abrir espacios de personas que enferman. Es decir, va delineando los diferentes eventos de forma gradual conforme los personajes participan de la trama, y va entrelazando dichos eventos poco a poco.

Hay que tener en cuenta que la ambición del autor también se refleja en el hecho de que esta es su segunda obra en orden cronológico. La primera, Carrie (de la cual haré pronto su respectiva reseña) es de 1974, y Salem’s Lot es de 1975. Un año de diferencia que, si bien no puedo ver en qué nivel lo tenía avanzado o pensado para entonces, difiere mucho en volumen del primero. Carrie no alcanza las 300 páginas, ni tampoco alcanza la complejidad de historias de Salem’s Lot.

A esto debo añadir que antagonista de la trama es uno de esos seres que ha sido, hasta el día de hoy, como nombre en el inicio de esta reseña, explotado de manera inmisericorde. Y sin embargo, teniendo a cuestas clásicos de la literatura como referencia, esta obra llega a ser tan convincente, que si bien tiene elementos de la tradición popular y literaria, te convences totalmente de lo que narra. Es más, puedo asegurar que al día de hoy es un libro que ha envejecido de la mejor manera posible. No existen celulares, o televisores HD; mucho menos internet, o muchos de los elementos tecnológicos con los que nos desenvolvemos hoy día y, aun así, es increíblemente actual.

Claro, como siempre, no todo es perfecto, y un evento en el mismo protagonizado por Mark Petrie llegó a ser poco creíble. Tal vez, a mi parecer, esto se pudo hacer mejor si se profundizada en algunos aspectos históricos del personaje. Salvo esto, es una obra que a la primera leída no le encuentro vacíos que la afecten de manera mortal, profunda o deje algún tipo de herida grave.

El misterio de Salme’s Lot tiene una miniserie que no he visto, y no sé si llegue a ver. Esto, porque creo que el libro siempre va a superar la adopción actuada, y porque ciertos personajes los imagino muy diferentes a los que son retratados en pantalla. Un ejemplo fue Misery, donde a la querida Annie Wilkes la imaginaba de manera un tanto diferente, y si bien la representación de la actriz no es solo magistral, sino que se volvió uno de tantos símbolos del universo de este autor; los límites de lo moralmente aceptable también afecto la escena más cruda del libro. No imagino, ahora, como la miniserie se las habrá arreglado con ciertas partes violentas y sangrientas de Salme’s Lot.

No queda más por decir que este libro llegó a inspirarme una tensión y una ansiedad terrible por como iba creciendo la maldad y materializándose en el pueblo, al punto que si yo imaginaba la historia, no sabía por qué derroteros iba a tomar. Veía que la muerte, o lo que fuera, le corría pierna arriba a los protagonistas, y muchas pérdidas se sintieron no solo dolorosas, sino frustrantes ante ese misterio que se iba revelando palabra a palabras.

El misterio de Salem’s Lot, un libro super recomendado para lectores y no lectores de King y que, como me pasa últimamente, no dudaría en releer a su debido tiempo.

Con mucho entusiasmo y cariño

R31K3

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