Ficha técnica |
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Título |
El misterio de Salem’s Lot |
Autor |
Stephen King |
Editorial |
Plaza & Janés Editores, S.A. |
Primera edición |
1993 |
Impresión |
Barcelona |
Páginas |
510 |
ISBN |
84-8450-479-4 |
La novela inicia con un acto
lúgubre en su prólogo, donde dos individuos viajaban hacia el oeste en un auto.
Más precisamente, un Citröen. Su andar es sospechoso, no solo porque toman vías
secundarias y en tienden a dar grandes rodeos hacia el lugar donde se dirigen,
que de hecho es el oeste; recurre uno de ellos a estar pendiente de cualquier
noticia en el periódico respecto a Jerusalem’s Lot. Algo tienen que hacer allí,
el lugar que describe un título como pueblo fantasma.
Después del prólogo entra en
juego uno de los protagonistas (no es que el principal), Ben Mears. Un hombre
de entrados los treinta y que vivió en Salem’s Lot hace una veintena, pueblo
que de cariño le dicen Solar. Este es escritor y en lo que podemos llamar un
cruce de caminos entre su profesión y cierta añoranza del pueblo, vuelve allí,
no sin recelo, para construir su novela.
En segundo lugar tendremos a
Susan Norton, una adolescente de Solar, y que entra en contacto con Mears por
lo que llamaríamos un “casi amor a primera vista”, ya que la chica no solo lo
reconoce cuando está sentada en un parque, sino que en las manos lleva el
segundo libro de Ben titulado Danza aérea. Libro, que si bien no es muy
bueno, Susan le pide que se lo firme con dedicatoria. Ben le hace la
observación de que dicho ejemplar es de la biblioteca, a lo que ella muy
sobriamente le dirá que lo repondrá.
En la pequeña conversación que
tiene Ben con Susan descubrimos el nombre de Miranda. Al parecer, la ex pareja
de Ben. Aquí el lector puede sospechar no solo una separación, pero esto se irá
revelando conforme se desarrolla la trama de Ben. ¿Por qué digo la trama de
Ben? Bueno, porque la novela no es solo extensa (510 páginas en esta edición en
español), como lo son normalmente las obras de King, sino que tiene una
cantidad de personajes considerable, los cuales tienen algún grado de
participación, y que expone de manera magistral en una sección que describe a estos,
junto a algunas de sus problemáticas, a partir de un día en el pueblo.
Eva Miller, una mujer de avanzada
edad que administra un hotel, y su día inicia bastante temprano por los
habitantes comunes de su establecimiento, más el visitante del pueblo: Ben.
Sandy McDougall, una adolescente que se casa a los
diecisiete años con Royce McDougall y tienen un bebé. El problema de ella
subyace en que ese pequeño se ha vuelto una molestia en su vida, por no decir
un obstáculo, pues la gran vida que pudo haber soñado resultó ser un fiasco, y
en ataques de ira termina lastimando al bebé. Ahora es una simple ama de casa
que vive encerrada por su hijo, además de soportar las borracheras de su
esposo.
Mike Ryerson es el que más
trabaja en el pueblo (si así se quiere ver), pues es el encargado de los
cementerios; Charlie Rhodes, conductor de bus escolar.
Weasel Craig, un viejo que vive
en el hotel de Eva, y cuyo mayor problema es la bebida. Este habría sido en
algún momento de su vida amante de la mujer, pues esta había perdido a su
esposo.
Mark Petrie es el chico nuevo del
colegio Stanleey Street. Un pequeño bastante particular no solo por su altura,
la cual sobrepasaba a la mayoría y se comparaba con Richie Boddin, el matón,
sino que sus rasgos se podrían considerar algo femeninas. Es fuerte, con
características físicas especiales, al punto que lo demuestra al dar una tunda
a Boddin.
Dud Roger es un hombre de rasgos
agresivos, más bien feúcho, que se encarga del vertedero de basura del pueblo.
Es un hombre con bastante rabia en su interior, que se entretiene matando ratas
con la pistola y fantaseando con una adolescente.
Lawrence Crocket, propietario de
la compañía de seguros y de los bienes raíces de Solar. Este hombre tendrá
bastante injerencia en los eventos que se desarrollarán en el pueblo por su
trabajo como negociante de propiedades.
Bonnie Sawyer es una mujer
insatisfecha con su marido y le será infiel con un juvenzuelo.
Mathew Burke es un viejo profesor
de instituto de sesenta y tres años; será un personaje que forjará un vínculo
de amistad con Ben. Bill Norton y Ann Norton, padres de Susan.
Floyd Tibbts es un hombre alto,
que vestía de barba corta y ropa informal. Es el principal pretendiente de Susan.
La familia Glick constituida por
padres y dos hijos varones. Estos dos llamados Danny y Ralphie.
Marbel Werts es una mujer gorda
llegada a los setenta años, y en general es la chismosa del pueblo.
Nolly Gardener y Parkings, los
policías del pueblo, y que encuentran sospechoso tanto a Ben como al nuevo
hombre que acaba de llegar al pueblo y comprar una vieja casa que se cae de
vieja, porque allí ocurrió una tragedia hace años.
Se puede apreciar que la lista de
personajes es comprensiblemente extensa. Aun así, es bastante interesante
afirmar, que cada uno toma su lugar dentro de la trama, sin ser a la vez
demasiado superficiales. Intervienen lo necesario. ¿Necesario para qué? Pues
para entender que desde la llegada de Straker y Ben, cosas extrañas comienzan a
pasar en el pueblo, donde algunas personas comienzan a morir o desaparecer.
Cuando abordé la novela en la
lectura conjunta, al principio coincidí con varios participantes que la trama
parecía tender a los fantasmas o lo sobrenatural casi inexplicable. Y es que
hace un ejercicio tan bueno respecto a crear un ambiente de misterio, que no
logras deducir del todo qué es lo que está sucediendo en Jerusalem’s Lot. Esto
habla mucho de centrar la atención en cuestiones tal como la relación
sentimental de Ben con Susan, y cómo funciona el pueblo desde los personajes
antes nombrados (y no son todos lo que existen claro está), que la atención
parece estar siempre en dos direcciones: la vida personal y lo que sucede tras
bambalinas en el pueblo.
Hay que tener en cuenta que la
ambición del autor también se refleja en el hecho de que esta es su segunda
obra en orden cronológico. La primera, Carrie (de la cual haré pronto su
respectiva reseña) es de 1974, y Salem’s Lot es de 1975. Un año de diferencia
que, si bien no puedo ver en qué nivel lo tenía avanzado o pensado para
entonces, difiere mucho en volumen del primero. Carrie no alcanza las 300 páginas,
ni tampoco alcanza la complejidad de historias de Salem’s Lot.
A esto debo añadir que
antagonista de la trama es uno de esos seres que ha sido, hasta el día de hoy,
como nombre en el inicio de esta reseña, explotado de manera inmisericorde. Y
sin embargo, teniendo a cuestas clásicos de la literatura como referencia, esta
obra llega a ser tan convincente, que si bien tiene elementos de la tradición
popular y literaria, te convences totalmente de lo que narra. Es más, puedo
asegurar que al día de hoy es un libro que ha envejecido de la mejor manera
posible. No existen celulares, o televisores HD; mucho menos internet, o muchos
de los elementos tecnológicos con los que nos desenvolvemos hoy día y, aun así,
es increíblemente actual.
Claro, como siempre, no todo es
perfecto, y un evento en el mismo protagonizado por Mark Petrie llegó a ser
poco creíble. Tal vez, a mi parecer, esto se pudo hacer mejor si se
profundizada en algunos aspectos históricos del personaje. Salvo esto, es una
obra que a la primera leída no le encuentro vacíos que la afecten de manera mortal,
profunda o deje algún tipo de herida grave.
El misterio de Salme’s Lot tiene
una miniserie que no he visto, y no sé si llegue a ver. Esto, porque creo que
el libro siempre va a superar la adopción actuada, y porque ciertos personajes
los imagino muy diferentes a los que son retratados en pantalla. Un ejemplo fue
Misery, donde a la querida Annie Wilkes la imaginaba de manera un tanto
diferente, y si bien la representación de la actriz no es solo magistral, sino
que se volvió uno de tantos símbolos del universo de este autor; los límites de
lo moralmente aceptable también afecto la escena más cruda del libro. No
imagino, ahora, como la miniserie se las habrá arreglado con ciertas partes
violentas y sangrientas de Salme’s Lot.
No queda más por decir que este
libro llegó a inspirarme una tensión y una ansiedad terrible por como iba
creciendo la maldad y materializándose en el pueblo, al punto que si yo
imaginaba la historia, no sabía por qué derroteros iba a tomar. Veía que la
muerte, o lo que fuera, le corría pierna arriba a los protagonistas, y muchas
pérdidas se sintieron no solo dolorosas, sino frustrantes ante ese misterio que
se iba revelando palabra a palabras.
El misterio de Salem’s Lot, un
libro super recomendado para lectores y no lectores de King y que, como me pasa
últimamente, no dudaría en releer a su debido tiempo.
Con mucho entusiasmo y cariño
R31K3
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