El sueño de un hombre ridículo y otros cuentos | |
Fiodor Dostoyevski | |
Ediciones Áltera. | |
1998 | |
848977904X |
Sin embargo, y más allá de iniciarme
en este autor con libros del tipo Los Hermanos Karamazov o Crimen y castigo, opté
por sus cuentos y relatos cortos. Puede ser por cobardía o respeto a las obras,
pero no he de mentir en cuanto a que mi lectura apunta en progreso a sus obras
cumbres. Ahora, ¿qué me he encontrado?
En un pequeño libro que compila
un total de cuatro cuentos, en una edición de 157 páginas de contenido, entré
en un mundo que, hasta ahora, apunta en tres direcciones. La primera, los
personajes desadaptados o, mejor, excluido. Así, tienen una o varias
particularidades que los hacen desencajar de los círculos sociales
acostumbrados, desde familia, amigos o esfera laboral. Segundo, las historias se
insertan en lo cotidiano, pero dando saltos, a veces pequeños, a veces
gigantes, que conducen a caminos poco convencionales. Esto se siente bastante
natural, a la vez que si no se coloca la suficiente atención en lo leído, deberás
retomar desde donde te perdiste, pues no entenderías cómo se llegó a tal lugar.
Tercero, y para mi por ahora último, intima con reflexiones, a veces superficiales,
otras más profundas, que parece ser una característica de su escritura.
Ahora, entrando en contenido, los
cuatro cuentos de esta edición son: El sueño de un hombre ridículo (título que
trate la compilación), La sumisa, Bobok y El ladrón honrado. Debido a la corta
extensión de cada cuento, pero haciendo una reseña que trate de motivar la
lectura, solo entraré en dos: La sumisa y Bobok.
Este cuento me llama la atención,
púes no solo inicia con el hecho de que su joven esposa ha muerto, sino que, al
estar relatado en primera persona, hace constantemente presuposiciones acerca
de lo que esta piensa, o interpretaciones de lo que hace. Es decir, es un
cuento que por el argumento de un viejo que quiere casarse con una pequeña
puede parecer reprochable a ojos de personas sensibles, pero conforme avanza
entendemos esa psicología y forma de razonamiento tras el narrador. Vive de
observar, de planear, de suponerse en una posición determinada – fría y
calculadora –, pero al final de cuentas todo lo que cree, debe contrastarse con
la realidad que vive.
Por otro lado, Bobok, es un cuento que tiene un extraño ritmo. Me explico. En principio es la historia de un escritor que sufre por las formas en que se desempeña la escritura de su época. Mientras él ha escrito ensayos, novelas y artículos que nadie acepta, y sobrevive de traducciones y creación de anuncios publicitarios, considera que la literatura que destaca no apunta a la grandeza. Al final de esta primera parte, nos contará el protagonista como escucha un susurro que le dice “¡Bobok, Bobok, Bobok!”. La historia entonces pasará a un entierro. Un compromiso por un familiar lejano, pero ineludible. Un caso especial. En un momento determinado y en a búsqueda de soledad, llegará a escuchar la charla de los muertos. Sí, tal cual. Tendrá la oportunidad de presenciar como los muertos conllevan consigo la muerte al estar conscientes, temporalmente, de esta.
Hasta el momento, esta edición de
Áltera, no siento especial repudio o atracción por el autor. Tampoco los
cuentos los siento especialmente memorables, pero no caen en el desagrado o el
descrédito. Lo cual me da calma, pues, tanto simpatizar demasiado rápido con un
autor, como odiarlo, me parecen actor por demás reprochables. Las dos
posiciones llevan a idolatrías, y no existe la perfección ni el defecto absoluto.
Por ello, y siendo cauteloso,
pues apuesto por explorar este autor, solo puedo afirmar con estos pequeños
cuentos parecen un buen camino para entender tanto la escritura, como el
desarrollo en diferentes niveles (argumento, personaje, narrativa, etc), de uno
de los clásicos más reconocidos en la historia de la humanidad.
Con atención,
R31K3
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