lunes, 26 de abril de 2021

Reseña: La alegría de querer de Jairo Aníbal Niño

 

Ficha técnica

Título

La alegría de querer

Autor

Jairo Aníbal niño

Editorial

Panamericana

Primera Edición

1996

Impresión

Bogotá

ISBN

9789583002939

 

Querido lector, siempre he pensado que hay dos géneros literarios de una reputación infame: la poesía, en menor medida, y el teatro, este mucho más subvalorado. No pienso aseverar el por qué nuestra época adolece de la apetencia del teatro, y de la romantización, exacerbada, de la poesía. No es mi propósito. Pero sí debo asegurar que me he llevado una profunda desilusión en cuanto he querido incursionar en el mundo de esta última.

Comencé a leer grandes autores, desde las mujeres a los hombres ilustres en la historia contemporánea de este género, y no los entendía. En principio atribuí que esto era causa de mi limitada capacidad de entender las figuras literarias en el verso, como mi falta de contexto para entender cómo se desarrollaron tan magnas obras. Sin embargo, entre más leía y leía,
entre más le daba vuelta a un poema y buscaba entender el origen histórico en la biografía del autor, solo terminaba en una mayor frustración y definitiva desilusión. 

Parecía que el error no era del todo mío, pues redes sociales, y consultando algunos buenos lectores, a cortas y oscuras expresiones daban diferentes interpretaciones. Ahí me pregunté. ¿Qué sentido tiene utilizar el lenguaje de tal manera que te haces incomprensible? ¿Para qué enarbolar el lenguaje de manera tan compleja, que solo tú podrías entenderlo? Pero todo acabó, al menos en parte, cuando una promotora de lectura me recomendó iniciar con poesía infantil y juvenil. ¡Lo mejor que alguien me logró aconsejar en estos últimos tiempos!

Para el que no lo sepa, Jairo Aníbal Niño fue un escritor colombiano de la segunda mitad del siglo XX y primera del Siglo XXI.  Es mayormente conocido por su literatura infantil, en especial porque esta era difundida y estudiada en las escuelas primarias en Colombia dentro de los currículos. Digamos pues, que es muy similar a Rafael Pombo, solo que menos renombrado. Ignoro la causa.

Este autor explora desde cuentos, dramaturgia, poesía y fue proclive a la pintura, pero especialmente recordado por la ya nombrada poesía enfocada en los temas cotidianos de la niñez, cuyo contenido apela a una sensibilidad especial que logra cautivar tanto a niños, jóvenes y adultos.

Así, en esta ocasión, reseñaré su obra: La alegría de querer. Publicada por primera vez en 1986 por editorial panamericana, es una obra con poco más de cincuenta pequeños poemas, que tocan a través de un lenguaje sencillo, la magia de esas primeras experiencias que nos marcan, o que son muy importantes en la niñez. Encontramos lugares comunes como el colegio, el patio de juego, el jardín botánico; elementos simples que marcan una época, como las figuras de papel, la bicicleta, las flores, el cuaderno y los lápices, etc. Y todos estos elementos se presentan con las responsabilidades diarias en casa como las académicas.

En su mayoría carece de rima, lo que lo clasificaría como una obra de verso libre, pero que no lo hace carecer de un ritmo y lenguaje franco, además de que ciertas imágenes siempre están presentes: la noche estrellada, la mirada al firmamento, la lluvia, el temor y el miedo.

En principio leer este texto puede ser complejo y no en cuento al lenguaje, pues es fácil de entender.

Más bien, al colocarlo en contraposición con la cantidad de información que consumimos a diario. Me explico. Los que tenemos acceso a los medios digitales, nos encontramos muchas veces con los mensajes románticos y motivacionales en cada rincón de un perfil. Frases que tienen por objetivo un mensaje romántico, de protesta, de odios, o lo que sea. Dichas frases pueden tener ritmo y no carecer de profundidad, pero una cosa es que se compartan por una experiencia efímera, donde se consume información continuamente, de manera irreflexiva y acrítica, y otra, donde un autor ha colocado su ingenio para recrear el mundo de la vida infantil y juvenil, logrando pasajes incluso conmovedores.

En otras palabras, estas letras necesitan de una sensibilidad especial que las hace capaz de rememorar la candidez de esas primeras veces, y evocar la dulce época de los primeros quereres.

Para no extenderme y disfrutar un poco de esta obra, les dejo los siguientes poemas.


Por primera vez en mi vida envío una carta


Por primera vez en mi vida envío una carta

y es para ti.

Cuando la abras verás que contiene una hoja perfumada

En la que no hay nada escrito.

Tengo la esperanza de que sepas quién te la envías

si recuerdas que el último día de clases

me confiaste el secreto

de que la flor que más amabas era el jazmín

por lo blanca

y por su aroma.

 

 

No busques más en tu cuaderno de geografía


No busques más tu cuaderno de geografía.

Yo lo saqué de tu morral.

No quisiste ir a matiné conmigo.

el domingo pasado.

Mis amigos me contaron

que estabas en compañía de Bermúdez,

el grandote que practica lucha libre.

Me contaron que estabas muy linda,


Y que te reías a cada rato.

No busques más tu cuaderno de geografía.

Ahora que está lloviendo,

asómate a la ventana,

y verás pasar ochenta barquitos de papel.

No busques más tu cuaderno de geografía.

 

¿Por qué no viniste?


¿Por qué no viniste?

Me hiciste comprar dos boletas
para ver esa película de gangsters
y te estuve esperando todo el tiempo en la
puerta del teatro.

¿Por qué no viniste?

Dos chocolatinas con avellanas
se quedaron sin hacer nada en mi bolsillo,
mientras la película me llegaba hecha sonidos,
ulular de sirenas, estruendo de pistolas,
graznido de misterioso animal mecánico
y una voz que de pronto dice darling.

¿Por qué no viniste?

Me hiciste comprar inútilmente una barra
de Halls Mentol – Lyptos para perfumarme el aliento
y estrené en balde la camisa con
el dibujo de un dragón que tenía reservada
para el día en que el Deportivo Independiente
Medellín ganara el campeonato nacional de fútbol.

¿Por qué no viniste?

Me quedé en la puerta del teatro hasta el final
de la película y luego regresé a mi casa por las
calles más oscuras y solitarias como si fuera un
gato ciego obligado por su condición a comprar un
bastón blanco puesto en venta por una pandilla de
ratones y que para conseguirlo entregó a cambio dos
boletas inútiles, una barra de Halls Mentol – Lyptos
ligeramente usada, dos chocolatinas derretidas
y unas inmensas ganas de llorar.

 

Lección de música

 

Do,

re,

mi,

fa,

sol,

la,

si.

¿Sí?

Sí,

mi

sol;

sí.

 

Creo que el valor real de Jairo Aníbal Niño radica en que su escritura no solo se queda en lo infantil, sino que toca la sensibilidad de un público adolescente y adulto. También, que no importa la edad que tengas, pues, con un vocabulario esencial, podrás abarcar sus poemas. Esto se traduce en una fácil lectura y comprensión. Por último, y esto se desprende de lo anterior mencionado, que es una escritura para todos.


Por último, cabe destacar, que fue premiado en varias ocasiones en diferentes partes del mundo, como representante de la literatura colombiana. Así, en general, la obra de este autor, y en especial este pequeño poemario, es una muy buena opción si quieres acercarte a la literatura colombiana, y por supuesto, a la poesía.

Espero te motive a acercarte a este texto, que a mi personalmente, me causa una impresión especialmente cándida.

Super recomendado, R31k3

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