Fincha Técnica
|
|
Título
|
Daisuke (Sorekara それから)
|
Autor
|
|
Traductor
|
Yoko Ogihara y
Fernando Cordobés
|
Editorial
|
Impedimenta
|
Primera edición en español
|
2011
|
Impresión
|
España
|
ISBN
|
978 – 84 – 15130 – 18
- 5
|
Argumento
Daisuke es un hombre que ha llegado ya a los treinta años y
pasa sus días sin trabajar o estudiar
formalmente en una institución. Su manutención
hasta entonces es dada por su padre y su hermano, especialmente el primero.
La vida de Daisuke ha sido sosegada y llena de libertad,
libertad tal que usa para el cualtivo intelectual y los placeres de tipo
estético. También se permite el servicio de un shoshei, un joven que le ayuda y está a su servicio pero que
difiere de las responsabilidades caseras. Es más bien un joven que procura
cumplir con órdenes y peticiones. Este último fue contratado por Daisuke más
como una ayuda al joven que por una necesidad real de un asistente.
A pesar de su vida en apariencia descomplicada, Daisuke
sufre las constantes presiones familiares por parte de su padre y su cuñada a
causa de que aun no se ha casado. El matrimonio, al parecer, es algo
indispensable para realizarse socialmente como hombre; esa, al menos, parece la
opinión de todos sus allegados.
A esto se le suma el hecho de que a la ciudad ha llegado un
mejor amigo de infancia y su esposa. Al parecer Hiraoka ha fracasado en su
intento de independencia y establecimiento de una familia. Su mujer, Michiyo,
una mujer menuda y de salud frágil, no solo es incapaz de darle un hijo, sino
que al parecer perdió uno y desde allí su salud comenzó a empeorar.
Daisuke comienza a ayudar de la mejor forma que tiene a su
alcance a la pareja para que logren la estabilidad que no había logrado hasta
el momento. Junto a esto, el acercamiento entre Daisuke y Michiyo se da
lentamente mientras ella trata de superar su enfermedad y los problemas
económicos, como él de enfrentar las presiones familiares.
Personajes
Daisuke: protagonista de esta novela se caracteriza por una
personalidad indolente y práctica. Parece que el sumirse entre libros le ha
vuelto frío hacia los problemas de los demás y al mismo tiempo su practicidad y
falta de interés aleja a las personas. Trata de buscarle profundidad a la vida
y a los pequeños detalles que esta tiene.
Padre de Daisuke: un hombre de grandes negocios, siempre
está preocupado por el futuro de su hijo. Es soberbio pero al mismo tiempo ha
tenido una paciencia especialmente grande a su hijo y sus pocas ganas de
contraer nupcias.
Seigo: es el hermano mayor y como tal el ejemplo a seguir de
Daisuke. De carácter fuerte y pragmático, desprecia a su hermano o simplemente
le pone poco interés al mismo. Considera que es un holgazán. Su relación es
distanciada de Daisuke pero bastante cercana a su padre que respeta ampliamente.
Umeko: es la esposa de Seigo. Una mujer burlona y al mismo tiempo de
corazón cándido, busca siempre el beneficio para Daisuke o cualquiera de su familia.
Hasta el último momento trata de apoyarlo y aconsejarlo de la mejor forma.
Hiraoka: amigo de la infancia, después de casarse decide
viajar para establecerse y buscar un futuro con su esposa. Cuando fracasa en
sus intentos de vida familiar y económica, decide volver y pedir ayuda a
Daisuke. Es un hombre entregado al trabajo, de carácter práctico y realista.
Michiyo: esposa de Hiraoka y amiga de Daisuke, es una mujer
reservada y cautelosa. Durante su relación ha perdido un hijo, lo que al
parecer le acarreó graves achaques de salud. Será el intermediario en más de
una ocasión entre su esposo y Daisuke.
Apreciación personal y crítica
Daisuke es una novela particular, pues en principio su
argumento parece simple, un hombre que ya ha llegado a una edad madura sin una
vida social resuelta: no tiene esposa o hijos y tampoco trabaja. Sumado a esto
está enamorado de la esposa de su mejor amigo. En primera instancia, y a ojos
de un occidental, parece que estos dilemas no son relevantes o faltos de una
solución práctica, sin embargo estos ocupan un lugar primordial en el Japón de
finales del siglo XIX y principios de XX.
Japón está convulsionado y comienza una nueva era, sin
embargo para la tierra del lejano oriente significa dejar atrás toda una
tradición. Que un hombre no se haya casado después de graduarse, y aun peor que
no trabaje, es sinónimo de vergüenza para la familia. Podría llamarse claramente
un no hombre. Por ello la presión social por la tradición y, en particular a un
personaje como Daisuke, debe tomarse con cierta sensibilidad. Una comparación
podría ser acá en occidente acerca de la difícil aceptación que hoy se tiene
por declaraciones abiertamente homosexuales o no seguidores de las creencias
religiosas; muy pocos podrían simpatizar y la gran mayoría juzgar de forma
negativa.
Daisuke más allá de un personaje de novela que trata de
superar obstáculos, es el simbolismo mismo del cambio de época del Japón. Es un
hombre que pasa de lo pasado a lo moderno, que no encuentra en lo tradicional
un lugar claro, pero que al mismo tiempo los mismos cambios sociales que
generan lo rechazan. Es un hombre demasiado prematuro para la modernidad, pero
demasiado moderno para las tradiciones que aun gobierna gran parte de la
sociedad japonesa. Daisuke, entonces, es, por ponerlo en un sentido algo
mítico, un eslabón perdido.
Y es que no es para menos, pues el japonés ideal es el
modelo del hermano o el padre de Daisuke. Hombres que están sumidos totalmente
en sus trabajos, en el mundo de los negocios y aun mucho más importante,
desarrollando algún trabajo para el beneficio de la sociedad. El hombre japonés
ideal no es individualista a pesar del carácter de autonomía que se puede creer
propio del ser humano. No, la individualidad y el pensamiento fuera del grupo
son juzgados negativamente y aun peor, aislados. No hay espacios en última
instancia para la comprensión de la diferencia, únicamente para el trabajo en
grupo y una cierta pérdida de la individualidad; perdida a la que Daisuke se
niega durante casi toda la novela.
Daisuke como novela tiene un gran valor histórico y social,
pues aunque no nombra directamente el sentimiento de pérdida de una identidad,
si plasma dicho sentimiento a través de sus personajes. Esta visión se ve
reforzada con las continuas reflexiones y autognosis a las que se somete
Daisuke en busca de respuestas lógicas a los diferentes eventos a los que se ve
enfrentado. Dichos pensamientos
recorren temas que van desde la moral, la educación,
la muerte, la libertad, etc. También dichos razonamientos implican aquello que
más lo satisface, pues muchas veces sus reflexiones que se transforman en
acciones, se ven atravesadas por sus claros intereses personales. Se ve a un
personaje perdido, en una continua pregunta por el sentido de las cosas,
sentido que muchas veces no encuentra.
La novela es un tanto difícil de digerir, sobre todo por la
profundidad que trata de darle el autor tanto a las reflexiones como a las
conversaciones. También, a mi parecer, la perspectiva occidental limita en
mucho la comprensión del sentimiento de la identidad en pérdida, y el
sincretismo que se da entre lo oriental y lo occidental, pues una crítica
social y económica, como a la naturaleza del hombre, también son líneas que
pueden seguirse en tan magna obra.
Esta es la primera novela de Soseki que leo, más no la
primera de un autor japonés, sin embargo algo en mi ha calado profundamente y
no dudo en recomendarla como un texto indispensable para un lector curioso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario