lunes, 6 de marzo de 2023

Reseña: El código Da Vinci de Dan Brown

Ficha técnica

Título

El código Da Vinci

Autor

Dan Brown

Tipo

Novela

Editorial

Planeta

Primera edición

2012

Impresión

España

Páginas

472

La obra

El presente libro es, sin exagerar, una de las obras que más ha generado controversia desde su lanzamiento y posterior adaptación. Y no porque sea una obra que destaque por su profundo trasfondo investigativo que nos ofrece nuevos descubrimientos sobre nuestra sociedad o acerca de la realidad misma. No. Su popularidad radica en que, a través de una ficción de un caso policial, toca las fibras sensibles de la cultura occidental sobre la que se cimenta varios aspecto: la idiosincrasia, las creencias religiosas, la tradición, la moral, etc. Al punto que puso de relieve, hasta nuestros días, aspectos que los expertos en áreas de la tradición cristiano católica llevan años investigando, creando toda una mitología popular que puede tomarse como verdad. Pero dejemos de lado las alabanzas y vamos al argumento.

La novela nos ubica en Paris, la capital de la moda y uno de los centros de la cultura universal. Con mayor precisión, en el Museo de Louvre. Presenciamos entonces una escena entre cruel y desesperante a avanzadas horas de la noche (10:46), un hombre, Jaques Saunière, de setenta y seis años, es perseguido por uno de los pasillo del afamado lugar, y corriendo por su vida, herido, logra limitar a su perseguidor por el sistema de seguridad. Sin embargo, quien acosa, un hombre de rasgos bastante particulares (que poco a poco conoceremos), saca un arma y, a través de una reja, dispara a su víctima, claro está, después de ver de que este último, no satisface su demanda. ¿Cuál? Bueno, solo sabremos que se trata de un objeto preciado. Saunière le habría respondido lo mismo que otras tres personas (víctimas), por lo cual parece que es dispensable.

Pasamos a Robert Langdon, profesor de simbología de Harvard, se halla en un hotel y es despertado de su sueño esa misma noche. Ignorando este primer llamado, y recordando la conferencia que recientemente dio, a su puerta, después de una segunda llamada, llega quien lo necesita con tanta urgencia. Resulta ser un representante de la policía judicial francesa: Jéróme Collet.

Collet le muestra a Langdon una fotografía tomada hace más o menos una hora al cuerpo de Saunière. Langdon no solo nunca lo había visto en su vida, aunque tenía una cita pactada, invitación de Saunière, sino que enterarse de su muerte de esa manera, y que el fuera solicitado para ayudar en el caso, hace que todo comience a tener un tono preocupante.

Anexo a esto, se nos narra de historia de Silas. Un monje albino, de ojos de tono entre rosado y rojo, el cual esta al servicio de la iglesia. Este fue quien mató a Saunière, y presuntamente a tres hombres más. Ahora, sirviendo a las palabras de El Maestro, comienza a expiar los pecados cometidos, a través de la oración y el dolor. Silas, entonces, pertenece con mayor exactitud al Opus Dei. Organización o jurisdicción de la iglesia católica, fundada durante la primera mitad del siglo XX, y que para efectos del personaje, tiene algunos aspectos llamativos, entre ellos la martirización de la carne. Por ello, uno de los aspectos particulares de Silas es el cilicio. Un instrumento que aparece en la biblia y retomado por el Opus Dei al que sirve, y que sirve como un accesorio para generar dolor voluntariamente. Este tiene una apariencia de cinturón, pero hecho con anillas metálicas, que se clavan profundamente allí donde se coloque. En esta caso, en la pierna. También, Silas, tendrá diferentes marcas en su cuerpo, incluida su espalda.

Langdon, al llegar al Louvre, conocerá a uno de los antagonistas de la historia, Bezu Fache. Capital de la policía judicial y que, desde el principio, tendrá entre ojos a Langdon como el culpable del asesinato de Saunière.

Lo particular de la novela es que girará alrededor de la muerte del ya nombrado Saunière, pues este, con las últimas fuerzas que le quedaban, deja un sin número de pistas y códigos que harán de guía, al ser resuletos, a Langdon y Sophie Nevue. Mujer que tiene una estrecha relación con Saummière y que entra en la historia en el lugar de crimen. Esta, criptógrafa de profesión, y vinculada con la policéa francesa, será la acompañante de Langdon a lo largo de la historia, pues el asesinato, los códigos y la resolución del caso concierne a ella tanto por extensión como por comprensión. En otras palabras, es pieza clave.


Opinión y crítica

Hablar del código Da Vinci es hacerlo tanto en pasado como en presente. No solo porque en este 2023 se cumplen ya veinte años de su publicación, sino porque dentro de los círculos de lectores se sigue abordando y generando cierto grado de polémica. En otras palabras, genera discusión. ¿Esto es bueno? ¡Por su puesto! No hay nada más saludable que un texto que no solo atrae lectores, sino que genera controversia. ¿Acaso no es el debate algo deseable? ¿Acaso no hay nada más aburrido que un grupo de personas que alaban un objeto, cual religión, y solo pueden hablar de sus bondades; de lo bueno?

Lo cierto es que el debate que generó en su momento, si bien se va eclipsando por el tiempo, se renueva en microespacios. No por nada cabe recordar que a Brown no solo le llegaron libros en respuesta a su obra, como publicaciones de expertos en historia, la biblia o el arte, sino hasta demandas de plagio que pugnaban por su falta de originalidad. Todo esto no hizo más que agrandar en su momento la popularidad que ahora le precede. ¿Pero es un buen libro?

El código Da Vinci representa para mi una encrucijada. Primero, porque carece lo que en algunos círculos llaman alta escritura. El lenguaje es sencillo, de esos que llevan de la mano hasta el lector más inexperto; que te explica cosa a cosa, punto a punto y paso a paso, todas las referencias que va plasmando, al punto que te hace sentir un experto en áreas de conocimiento que tal vez nunca tomaste enserio eran un problema. Segundo, es increíblemente entretenido. Hecho de cortos capítulos, logra no solo construir con gran lógica (dentro de su misma ficción) un historia que va construyéndose poco a poco, saltando de escenarios y personajes sin perder el hilo narrativo, además de causar intriga con ese: ¿qué pasará a continuación? Haciendo que una pagina sea devorada tras otra. Y, tercero, a pesar de que puedes ir verificando los diferentes datos que te ofrece, dando cuenta de que algunos son verdaderos y otros falsos, no deja de crearte una gran intriga llamándote continuamente a saber que pasará con Langdon y Nevue. Entonces, ¿cuál es el problema? Que a favor de esa misma salud, es un texto lleno problemas a nivel de escritura.

De antemano adelanto que no me interesa entrar en controversias religiosas, pues no solo es un espectro espinoso y en el cual se puede entrar fácilmente en problemas, sino porque ya existen expertos que han dado respuesta acerca de las imprecisiones históricas y estéticas. Además, si bien pone en tela de juicio muchos de las creencias tradicionales de la religión cristiao-católica (dentro de la cual se encuentra la no divinidad de Jesús), es un texto de ficción. Que si bien está bastante bien documentado, debería no tomarse tan enserio; no tanto como textos de investigación de corte técnico-científico, aunque estos últimos no están tan bien amenizados con una aventura tipo persecución.

Pues bien, la novela goza de la división clara entre protagonistas y antagonistas. Sin embargo, ambos extremos fallan de alguna manera. Por ejemplo, Sophie Nevue tiene salidas en falso muy tontas. Una de ellas es respecto a la justificación de haberse alejado de su abuelo. En principio se trata como algo traumático y de tal índole que el solo pensarlo puede ser repulsivo; bueno, al menos para una joven entre la niñez y la adolescencia. Aun así desilusiona totalmente cuando es revelado (un tipo de ritual tradicional de Priorato), pues ella no solo es criptógrafa, sino que trabaja en la policía; primero, dentro de la institución se supondría que debió de enfrentarse a cosas peores; cosas que solo pasan en la retorcida mente humana, pero si esto parece mucho presuponer; segundo, ¿acaso eso que presenció no era de tal magnitud e impesión, que no le quedó la curiosidad por investigar? ¿Acaso la duda por un amado no es otorgada ni siquiera porque esa persona tuvo un comportamiento poco o nada habitual? ¿Tal vez no existía una razón de valor? Pues no.


Esa falta de motivación se ve también en la poco o nula personalidad de Silas. De entrada digo que es un personaje poco aprovechado. Silas tiene una dura niñez que arrastra a su vida adulta. Será despreciado por tu apariencia albina, lo que conllevará a que lleve una vida criminal. Pero esta breve descripción, en donde podemos incluir el cómo se vincula al Opus Dei a través de Manuela Aringarosa, no hace que despierte el más mínimo sentimiento de odio; más bien, de curiosidad. Esta última no se sacia, pues se le dedican apenas unas páginas a esta historia, y no tiene demasiada relevancia a nivel incidental. En otras palabras, el personaje no evoluciona. Es terriblemente estático.

Hay luego un personaje al que llaman: El maestro. Se puede afirmar que es quien realmente mueve los hilos detrás de Silas y Aringarosa. El problema. No solamente es fácil de deducir su identidad, sino que al momento de enterarnos de cómo logra obtener su información, se vuelve inverosímil en relación a un hombre que engaña. De antemano me disculpo por no dar nombres concretos, pero es a favor de aquellos que no han explorado el libro.

No me extenderá más, pues las incoherencias y el trato en ciertos apartados no solo subestiman la lógica del buen lector, sino que me explayaría en críticas negativas. Ya sabrán, por eso de atender al detalle.

En conclusión, es un libro palomero. De esas aventuras que no te tomas en serio para un estudio profundo, pero que tiene la facultad para entretenerte y adentrarte tanto en una buena trama, como en ponerte en tensión las creencias personales si eres de la línea cristiano-católica.

Con todo esmero, para ustedes con cariño

Jeisson - R31K3

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